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martes, 21 de marzo de 2017

Modernidad, Modernismos, contradicciones y espejismos


Se acaba de inaugurar en el Caixaforum madrileño una amplia retrospectiva dedica al pintor catalán Ramón Casas. Este artista fue uno de los exponentes de un fenómeno finisecular propio del arte de Cataluña, que se suele denominar como modernismo o novecentismo, y al que alude la exposición con su subtitulo de "modernidad anhelada". Pues bien, debo decirles que acudí a esta muestra con cierta prevención y salí de ella algo disgustado. No por la calidad de las obras, que no quise estudiar  con la atención que se merecían, sino por el acento que la exposición ponía en ellas.

Ese enfoque se intuye en el propio subtítulo que les indicaba antes. La tesis de la exposición consiste en hacer del ambiente cultural barcelonés de finales del siglo XIX un prolegómeno de la revolución estética europea que estalló a partir de 1900. No es que no hay parte de verdad en ello o que el arte de esa ciudad, en ese tiempo, no sea de particular importancia. Al fin y al cabo, Barcelona fue el lugar donde se desarrolló la obra de un arquitecto único e inclasificable, como Gaudí, mientras que en ese mismo ambiente dieron sus primeros pasos tres maestros absolutos de la vanguardia del siglo XX: Picasso, Miró y Dalí.

Sin embargo, en la revaloración de Casas realizada por la exposición de la Caixa hay un cierto tufillo a exageración. Un olor a rancio, a rancio moderno, que procede de los efluvios de dos nacionalismos en constante greña, pero en el fondo hermanos gemelos: el nacional y el catalán. Para el primero, ha sido una misión irrenunciable el recuperar el arte peninsular del siglo XIX, aunque para ello haya sido necesario exprimir al máximo la obra de los  pocos pintores realmente valiosos, o, más habitualmente, encumbrar naderías que sólo servían para empapelar las paredes de los ministerios. Para el segundo, su búsqueda de una identidad propia distinta a la española le lleva a exigir que la Barcelona de finales del XIX se considere como una especie de Atenas moderna, de influencia decisiva y determinante en la evolución de la cultura europea.