En la revisión dominical de la lista de cortos animados recopilada por el misterioro profesor Beltesassar le ha llegado el turno a Arkelope, realizado en 1994 por Roslyn Schwartz para la NFB, institución de la que me habrán leído ya bastantes elogios.
Roslyn Schwartz es un escritora británica conocida por sus libros infantiles que según parece se han convertido en auténticos clásicos en ese entorno cultural. Desgraciadamente no puedo atestiguarlo, por razones más que obvias, y lo lamento, ya que tener cierto conocimiento de su obra me permitiría saber hasta que punto llega la autoría de sus cortos. Por lo que he podido encontrar, esta autora no sólo escribe sus libros sino que también lo ilustra, lo que indicaría un caso muy frecuente en la historia de la animación, el del dibujante que se atreve a dar el salto al cine y dotar de movimiento a sus creaciones.
Mi referencia a los problemas de autoría puede haber sonado un poco dura, pero no intentaba hacer de menos ni acusar de nada a la autora. Es normal que un principiante recurra a la intervención de personas más expertas para llevar a buen término sus primeros intentos en una forma artística diferente a la que está acostumbrado. Los créditos del corto indican que Schwartz es responsable del guión, el diseño y la animación, y los dos primeros créditos parecen seguros, dadas las claras coincidencias de estilo con las ilustraciones de su cortos.
En lo que se respecta a la animación y la construcción general del corto, hay clarísimas influencias de la producción de la NFB previa. Por ejemplo, la utilización de efectos de sonido que no son sino onomatopeyas pronunciadas por los actores de doblaje, apunta claramente a Every Child de Eugene Feodorenko, aunque en este caso se utiliza para hacer presente al espectador la presencia constante de la pareja de televidentes que son los protagonistas involuntarios del corto. Por otra parte, el temblor entre fotogramas como medio de hacer más viva y expresiva la animación es casi un lugar común en la animación independiente, una forma de anunciar que no nos encontramos ante un producto comercial, en la que el pulido y la perfección devienen una obsesión que mata toda naturalidad y originalidad.
En lo que respecta a la historia narrada, ésta se encuadra también en los parámetros habituales de la producción de la NFB. Se trata de una fábula ecologista en la que se narra la desaparición de una especie que había sobrevivido a los peores cataclismos naturales, debido a la codicia y la vanidad humana. El detalle temático que la distingue de otros muchos cortos parecidos es la actitud de la pareja de televidentes protagonistas, cuyo aburrimiento les obliga a seguir viendo el documental a pesar del claro asco que les produce lo que se narra - el típico efecto de no haber nada que ver -. Esta repugnancia, no obstante, no se traduce en acción alguna, sino en indiferencia y desgana, como es propio del ser humano actual, al que el bombardeo de imágenes y desgracias sólo sirve para embotarle, y que es perfectamente ilustrado en el desenlace del corto, donde las enseñanzas del documental se aplican en sentido completamente opuesto al pretendido.
Como siempre les dejo aquí el corto. No es una obra maestra, pero es lo suficientemente simpático y agradable - y sobre todo distinto - para que merezca una mirada. Que lo disfruten.
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