Como todos los domingos, continúo con mi revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno de Munro realizado en 1961 por el animador estadounidense Gene Dietch.
La década de los años sesenta y buena parte de los setenta constituyó una auténtica década prodigiosa para la animación de los EEUU. Aunque la animación experimental estaba presente en ese país desde los años 30, y en los 40 la UPA había desencadenado una auténtica revolución estética, los modos de producción y los parámetros estéticos seguían ligados a la síntesis Disney que se impuso a finales de los 30. En los sesenta, sin embargo, se tuvo lugar la disolución del sistema de estudios, llevando al cierre definitivo del departamento de animación de la Warner y la Metro, la desaparición de estudios de segunda fila como Lanz o Terrytoons, además del inicio de la larga crisis creativa de la propia Disney.
Esta crisis tuvo consecuencias desastrosas para la animación americana, puesto que se impuso la animación televisiva barata y genérica, encarnada en los estudios Hanna-Barbera, pero al mismo tiempo liberó a bastantes creadores de las restricciones del sistema comercial de estudio, permitiendo que se expresasen con completa libertad. Para algunos nombres míticos, como Jim Tyer, esta oportunidad llegó muy tarde en sus carreras, pero otras figuras jóvenes, como Ralph Bakshi, la aprovecharon para intentar crear un nuevo tipo de animación comercial que fuera, al mismo tiempo, adulta y experimental.
Tal fue el caso también de Gene Dietch, otro de los nombres esenciales de la animación de esa época, pero su carrera demuestra lo difícil que era conseguir ese objetivo y como estaban abocados al fracaso. Tras unos cuantos cortos notables, como este Munro que hoy comento, Dietch acabó emigrando a Checoslovaquia, donde con el apoyo de los animadores de ese país produciría la serie final de los cortos de Tom y Jerry, iniciados por Hanna-Barbera en los cuarenta. Esta etapa anticipa la animación absurda y subversiva de los años 90, pero en aquellos tiempos no fue comprendida por el público. Después de esto, casi nada más, excepto una lenta desaparición de la memoria pública, hasta que los creadores de los 90 le redescubrieron.
Munro es así un ejemplo de lo que la animación de Dietch en particular, y la americana en general, podrían haber llegado a ser si a ese nuevo estilo se le hubiera dejado arraigar y crecer. Desde un punto de vista estético, este corto se caracteriza por su animación minimalista y un estilo de dibujo angular, basado en las conquistas de las vanguardias. Unos rasgos que beben directamente de la revolución animada desencadenada por la UPA y los logros contemporáneos de la escuela de Zagreb. Por otra parte, tematicamente Munro es una violenta sátira de la estupidez militar, institución empecinada en mantener sus decisiones contra viento y marea, aunque éstas sean contrarias a toda razón y lógica. Una posición política que sería mucho más relevante a finales de esa isma década, cuando el ejército de los EEUU se perdió en la absurda aventura de Viet-nam.
No les entretengo más. Como siempre, les incluyo aquí el corto. Disfruten con su mala baba y su retranca, pero mediten también en todo lo que pudo haber sido y no fue. En lo afortunados que seríamos si la manera de Dietch y Bakshi hubiera triunfado, en vez de los estereotipos manidos de Disney y similares. Anticuados y caducos por mucho ordenador que se les añada.
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