En mi revisión semanal de la lista de mejores cortos animados recopilada por el festival de Annecy, le ha llegado el turno a Harvie Krumpet, realizado en 2003 por Adam Benjamin Elliot, el cual hace unos pocos años nos obsequió con un largo, Mary and Max, realizado en la misma técnica y con más de una similitud argumental con el largo corto que constituye el tema de esta entrada.
Como siempre, la técnica es un elemento primordial a la hora de juzgar un corto, y en este caso se trata de animación con plastilina, una de las muchas variantes de la stop-motion. Aparte de esto, lo primero que nos debería llamar la atención es la fecha tardía de elaboración del corto, ya que en el 2003, en plena victoria en toda regla del ordenador y la 3D, esta técnica no dejaba de ser un anacronismo, ya que teórícamente todos los efectos utilizados en este corto se podrían conseguir mejor por otros medios.
Sin embargo,es mi intención embarcarles en una de mis acostumbradas diatribas, sino simplemente señalar que esta técnica, la animación con plastilina, se ha caracterizado siempre por una flexibilidad, producto del mismo material, que permite combatir la rigidez y la torpeza que caracteriza demasiado a menudo a la stop-motion, y que permite las más osadas transformaciones y metamorfósis. Es más, y como ocurre con toda la stop-motion, el hecho de que en ningún momento se oculte que los objetos animados son objetos reales, contribuye a acentuar aún más la magia que de siempre se ha asociado a la animación, ese dar vida a lo que no la tiene, especialmente como es el caso, cuando los personajes se mueven en un mundo propio, que no busca reproducir la realidad como un trampantojo pictórico, sino simularla.
No obstante, lo más importante de este corto no es la técnica. En sí, el modo en que la animación con plastilina es usado es bastante sumario, reducido a unos cuantos lugares comunes al alcance de todos los animadores. Lo realmente importante es la historia, o mejor dicho, como esta historia se traduce a imágenes que puedan atraer e interesar al espectador, ya que lo que se nos cuenta es la biografía de un personaje completamente anónimo, cuya presencia o ausencia en el mundo no hubiera supuesto ninguna diferencia. Alguien que no brilla por su inteligencia, por su suerte, por su triunfos, por su belleza, por sus aventuras.
Alguien en definitiva, similar a todos nosotros, que pasaremos por este mundo sin dejar huella perenne y seremos casi inmediatamente olvidados.
Ésa es precisamente la lección de este corto. Porque en este mundo, que parece haber sido concebido únicamanente para los ganadores, para los que se abren paso a codazos y no titubean a la hora de pisar a quien sea, si eso les puede llevar a lo más alto, la vida de este Harvie Cumpret se nos revela como más importante que la de cualquiera esos destinados a la gloria, ya que como el protagonista de este corto, nosotros acabaremos también fracasando, y aún así nuestro tiempo en este planete habrá merecido la pena, si así lo queremos y lo decidimos.
Por último, aquí les dejo con el corto, para que lo disfruten como todas las semanas. Y si quieren emocionarse, no duden en permitírselo, que no está la vida como para desperdiciarla
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