domingo, 21 de noviembre de 2010

100 AS (XXXVIIb): The Bead Game (1977): Isshu Patel















En otras ocasiones han aparecido cortos, como el que nos ocupa, etiquetados con una "b", que no pertenecen a la lista de mejores cortos animados   recopilada por el festival de Annecy, que estoy revisando domingo a domingo. La razón es que la recopilación no oficial de estos cortos, que se puede encontrar por las Internets, ciertos cortos han sido imposibles de encontrar, por una razón o por otra. Por ello, el recopilador ha decidido substuirlos por otros cortos, no menos importantes, pero que el exiguo espacio de todas las listas no ha permitido incluir, como es el caso de este Bead Game dirigido por Isshu Patel en 1977, como una de tantas obras maestras que la política de la  NFB (National Film Board) of Canada hizo posible (para que luego hablen de subenciones sí, subenciones no)

¿Y quién es este Isshu Patel? A la mayoría de los cinéfilos su nombre no le dirá nada, como suele ocurrir con demasiada frecuencia con los animadores, excepto de tres o cuatro. Para mí, era también un perfecto desconocido hasta que empecé a revisar esta lista, pero si se toman el trabajo de buscarlo en Internet, descubrirán que es de origen hindú, proveniente de una escuela de diseño de ese páis, y que durante largo tiempo ha trabajado con la NFB, además de ejercer labores de educador. En el campo de la animación, que es el que nos ocupa, siguió la larga tradición experimental y abstracta de la NFB, desarrollando nuevas técnicas para cada uno de sus cortos.

En el caso que nos ocupa, a primera vista la técnica utilizada puede parecer trivial, incluso simplona, ya que se reduce a mover cuentas de colores sobre una superficies, al estilo de esos juegos infantiles en que unas piezas básicas nos permiten reconstruir unas cuantas formas sencillas. Sin embargo, un ojo experto enseguida se habría dado cuenta de la dificulta que constituye animar con fluidez y precisión unas cuantas decenas de cuentas, especialmente cuando se pretende que el movimiento parezca natural.Si bien esta dificultad está presente desde el inicio del corto, es hacia la mitad más o menos cuando se hace visible para cualquiera, incluso los espectadores menos familiarizados con el mundo de la animación.

Simplemente, como podrán comprobar cuando lo vean, Patel ha ido apartando la cámara de la superficie, de forma que cada vez entran más cuentas en cada plano, y cada movimiento empieza a suponer el desplazamiento y el controlo, de decenas y cientos de cuentas. Un desafío técnico que no sólo se traduce en que el público tome conciencia de la dificultad que supone, sino que, al apartar la cámara y aumentar el número de cuentas, éstas empiezan a ser indistinguibles las unas de las otras y el resultado empieza a parecerse cada vez más a la animación de toda la vida, la que se basa en el dibujo, aunque realizada con una técnica completamente distinta, el stop-motion.

Una metamorfosis formal que engarza muy bien con lo que parece ser el "tema" de este corto la transformación de unas formas en otras, y de estas en animales para terminar con la aparición de la figura humana, pero como en tantas ocasiones en la historia de la animación, ese "tema" se revela el envoltorio de otro "tema" mayor, puesto que lo que estamos presenciando es un sucinto resumen de la evolución biológica de las primeras células al homo sapiens.... otro "tema" que a su vez es substituido por otro nuevo, ya que el motor de esa evolución parece ser la muerte de unos animales a manos de otros, y esta rueda de asesinatos se transfiere al hombre humano, que parece destacar únicamente en el ejercicio de la guerra y el exterminio de sus semejantes.

Y con esto se acabaría todo. Tendríamos un corto de técnica y temáticas inocentes, que se revela más profundo y complejo de lo que suponíamos, en perfecta demostración de lo mal que hacemos al considerar la animación como un genero infantil, sino fuera porque Patel se las arregla para dar un nuevo salto mortal y, en los últimos segundos del corto, llegar a una conclusión críptica y hermética, que parece señalar a algún tipo de trascendencia, aunque a la manera hindú.

Y como siempre, aquí les dejo con el corto, para que lo disfruten y para que no se queden simplemente en Pixar, Family Guy y Miyazaki, sino que  le pierdan el miedo a explorar el mundo de la animación, completamente desconocido por el público y la crítica... y que conviene que salga de ese limbo en el que se encuentra antes que el tiempo haga desaparecer las muchas cumbres que ha alcanzado.

2 comentarios:

Webmaster dijo...

Gracias por la data muy interesante tu aporte. Saludos.

David Flórez dijo...

Se agradece y más cuando se trata de una de las entradas que dedicó al mundo de la animación, ese área tan desconocida de público y crítica, como digo yo