viernes, 29 de octubre de 2010

Playing Around












La crisis económica mundial está teniendo efectos deletéreos sobre el anime reciente, simplemente porque el riesgo de fracaso está obligando a las productoras a jugar de forma conservadora, ciñiéndose a los productos que saben van a ser consumidos masivamente por los otakus. De esa manera, este año en general y esta temporada en particular está siendo de las peores que uno recuerda, a pesar de las excepciones que he comentado en este blog, con casos sangrantes como la última serie de Manglobe, la que nos obsequiara con joyas del calibre de Ergo Proxy, Michiko e Hatchin, Samurai Champloo o la reciente Saraiya Goyou, haya manufacturado un producto como Kami nomi zo Shiru Sekai encuadrado claramente en la marea moe/kawai de la que tanto me quejo.

No obstante entre las pocas pero más que agradabilísimas sorpresas de este año de haya la serie de Gainax, Panty and Stocking (with Garterbelt) a la que pertenecen las capturas arriba indicadas.

Sin embargo, antes de hablar de la serie, conviene deshacer algunos mitos/errores sobre Gainax. Para el aficionado medio Gainax es el creador de dos obras maestras del anime, la serie Evangelion y la pelicula Royal Space Force/Wings of Honneamise. De resultas de estos dos triunfos, la idea que muchos tienen de Gainax es la de un estudio serio, ocupado en ilustrar enrevesadas tramas socio/psico/políticas con fuertes dosis de experimentación.

Lo cual no es del todo cierto, o mejor dicho sólo lo es en parte.

Otra de sus obras maestras indiscutibles, FLCL, es ciertamente un prodigio de experimentación, en el sentido de que los chicos de Gainax intentan exprimir al máximo las posibilidades expresivas de la animación, sin importa cambiar de estilo y aspecto visual a cada minuto. Estas características eran esperadas, pero lo que a muchos disgusto es el hecho de tratarse de un divertimento, que no buscaba narrar ninguna historia profunda (aunque al final sí parecía hacerlo aunque fuera guiñandonos el ojo), sino más bien al contrario, hacernos pasar un rato divertido riéndonos a carcajadas, por lo exageradas, inverosímiles y disparatadas de sus situaciones.

Una postura que podríamos llamar fan-service, en el sentido de buscar agradar al público, y que en mi opinión yio calificaría de buen fan-service, al combinar esa comercialidad por llamarla de alguna manera, con una fuerte inclinación experimental y una mirada irónica y desapegada sobre el material y los temas tratados. Curiosamente, esta y no otra es la auténtica esencia de Gainax, que aparece una y otra vez en su producción, incluso en las obras más serias, y que nos ha brindado un buen conjunto de otras obras maestras, como fueron  Abenobashi Mahou Shotengai o Tengen Toppa Gurren  Lagen

Panty and Stocking pertenecen a esta última rama de Gainax, y ya desde el principio se colocan aparte de todas las series clónicas que nos martirizan cada temporada, sin más que hacer una inesperada adaptación formal. Lo primero que llama la atención de la serie es el hecho de que su diseño de personajes no es el típico del anime, ni siquiera el de los animes serios, sino el de las famosas PowerPuff Girls, en un rarísimo caso (actualmente no en el pasado) de influencia de occidente sobre oriente. Una influencia que no deja de ser fuertemente irónica, ya que las Power Puff Girls se inspiraron en el anime de su época, y que en el caso de Panty and Stocking dota a la serie de una expresividad, un vigor y un dinamismo completamente inusitados en el anime, dada su tendencia al hieratismo.

Características que no sólo son visuales, sino que afectan a sus temas, gamberros y revoltosos, en una constante competición por romper las normas y superar aquello que puede ser mostrado en la TV convencional, especialmente en el aspecto sexual, como es el caso de la descacharrante segunda parte del episodio 3, ilustrada en las capturas, donde el coito es representado como el asalto a la playa de Omaha que constituyera la mejor parte de Saving Private Ryan, con el doble salto mortal de volverlo a repetir al final del episodio y conseguir que fuera tan hilarante o más que al principio.

En conclusión, que ójala no se tuerza y que sirva para que veamos cosas distintas a la marea moe/kawai, aunque me temo que esto último lo repito demasiadas veces, y nunca ocurre, menos considerando como está el percal.

3 comentarios:

Alfonso Rivadeneyra dijo...

P&S está entre lo mejor de esta temporada, el otro estreno que vale la pena ver es Bakuman, historia de dos aspirantes a mangakas en la revista Shonen Jump. Esta última historia vale la pena ser vista al mostrar cómo funciona la industria del cómic japonés, tanto desde el punto de vista del autor, como de los editores.

Saludos

http://frikis.pe/

David Flórez dijo...

No estaba siguiendo Bakuman, entre otras cosas, porque uno no puede seguir todo. Lo apuntaré como recomendación.

Sí que estaba atento al otro anime de Noitamina, Kuragehime, para comprobar si continúa la racha de este año, en que se ha convertido en lo mejor que se puede ver, con Shiki, Saraiya Gouyo y Tatami Galaxy.

Estaba siguiendo también Star Driver, por ver si Bones consigue rematar una serie, o sigue en su tendencia a parecerse cada vez más a Sunrise, y por supuesto las dos de Shimbo, por si nos obsequian con otro Bakemonogatari, aunque por ahora Arakawa no tiene ninguna gracia, a pesar de esforzarse, y Machi De Mo acaba de despegar, aunque promete...

Alfonso Rivadeneyra dijo...

Kuragehime la empecé a ver hoy me ha parecido una historia bastante simpática, en especial cuando describen a las otakus como si de un documental se tratara.

Saludos