Dado que ayer fue fiesta de ésas de guardar, vamos a aprovechar el lunes para realizar nuestra habitual revisión a la lista de mejores cortos animados realizada por el festival de Annecy. En esta ocasión le ha tocado el turno a Bob's Birthday, realizado en 1993 por David Fine y su esposa Alison Snowden.
Como en muchas otras ocasiones nos volvemos a encontrar con un corto producido por la NFB of Canada, esa bendición de la animación mundial, con la única importante diferencia de que esta vez es colaboración con el Channel 4 británico. De este canal merece la pena decir unas breves palabras, ya que en la década de los 90 (y los primeros años de este siglo) se convirtió en otro de los grandes promotores de la animación, versión experimental/independiente, De hecho, en la programación de muchos canales de pago de aquel tiempo, en que la TV por satélite y por cable echaron a andar, se colaron bastantes cortos que llevaban su logotipo y que han permanecido en la memoria de los aficionados que, como yo, tuvieron la suerte de toparse con ellos, aunque desgraciadamente nunca hayan sido recogidos en una recopilación.
Esta colaboración entre ambos lados del Atlántico, no se extiende únicamente a las fuentes de financiación, ya que sus dos creadores de origen británico van a utilizar la ayuda de un estudio canadiense, Nelvana, para crear este corto y la serie de animación que siguió, Bob & Margaret, que curiosamente alternará las localización de las aventuras de sus personajes entre Canadá y el Reino Unido, en un curioso ejemplo de los estrechos lazos que unen aún ambas ramas atlánticas de la familia anglosajona.
En lo que respecta a su argumento y a su animación, puede que el espectador no avisado no encuentre nada que le haga engancharse a ella. Narrando las frustraciones cotidianas de una pareja madura sin niños, dentista él, oficinista ella, y con un estilo visual simple y caricaturesco, la serie podría parecer otra versión más de la tipica sitcom animada basada en el entorno familiar, sin el tono subversivo, descarado e insolente al que nos tienen aconstumbradas las producciones americanas contemporáneas, especialmente The Simpsons, Family Guy y demás derivados.
No obstante, habría que decir que sólo The Simpsons está a la altura de la animación que despliega Bob's Birthday. El corto anglocanadiense ejemplo de lo que se conoce en este arte como Character Animation, el intento de solventar las limitaciones dramáticas de la animación, esa dificultad de reproducir la gama de emociones y sentimientos que es capaz de transmitir la actuación de un actor de carne y hueso, objetivo que se logra utilizando recursos que sólo están al alcance de la forma animada, como la caricatura, la deformación, la semejanza, la alusión, la anticipación y el chiste visual, evitando así, como ocurre con demasiada frecuencia en las sitcom animadas, tener que recurrir a guiones intrusivos que todo lo explican, y que serían inconcebibles en un producción de imagen real.
En lo que respecta al tema, conviene recordar como los Simpsons empezó como una serie que estaba ambientada en unas condiciones sociales, culturales y temporales muy precisas que intentaba reflejar de una forma semirrealista aunque exagerada, de forma que en cierta manera podría casi calificarse se Slice of Life. La arbitrariedad y el absurdo continuo llegarían varias temporadas después, hasta el extremo de que los personajes dejarían de lado sus personalidades originales y acabarían convirtiéndose en envase vacíos que los guionistas podían llenar con lo que quisieran (observese la decadencia del personaje de Lisa, de conciencia social de la serie, a participante en concursos de belleza y reality shows)... mientras que Family Guy y derivados jamás se han preocupado por el realismo o la realidad.
En ese sentido, Bob's Birthday y la serie que continuó las peripecias de sus personajes, buscan reflejar la vida de ese matrimonio maduro, durante la juntura vital en la que las ilusiones y esperanzas de la juventud van siendo substituidas por el tedio y la rutina, observando estos cambios, este destino inevitable, con cierto humor, una no oculta complicidad y una más que visible amargura. Características éstas que van dirigidas a un público más maduro, o al menos más atento por ese tipo de realismo en tono menor, dirigido a narrar esas vidas que pasarán sin ser recordadas , y que durante muchos años fue la manera más noble de practicar el arte de la novela... razón quizás por la que producciones como están me sigan siendo aún tan queridas.
En fin, no les quiero aburrir más y les dejo con el corto, gracias al archivo digital de la NFB, disfruténlo y no se me depriman mucho.
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