domingo, 30 de enero de 2011

100 AS (XLIVb): The Cat Came Back (1988) Cordell Baker












Como todos los domingos ha llegado el momento de revisar otro corto de los 100 mejores recopilados por el festival de Annecy, sólo que esta vez recurriremos a la lista B, esos otros cortos que por imposibilidad de encontrar los seleccionados se añadieron a la recopilación que anda por esas internets de dios. El elegido es ni más ni menos que The Cat Came Back, realizado en 1988 por Cordell Baker, y firme candidato a ser uno de los cortos más hilarantes de la historia, con el permiso de la Warner, claro.

Y dado que esta vez el corto es tan divertido, les voy a dispensar de mis comentarios introductorios y les dejo que lo disfruten. Nos vemos cuando termine, si les apetece.





Como habrán podido apreciar, poco más se puede decir de un corto como este, que no necesita de un comentario que nos demuestre su valor. Si acaso, me voy a permitir unas breves anotaciones, para que lo entiendan mejor.

La base del corto es la canción que le sirve de banda sonora, aunque convenientemente arreglada, una melodía popular con más de cien años de antiguedad y que ha sido una de las favoritas de los niños canadienses, transmitida de generación en generación, con el mismo éxito en todas, hasta convertirse, como digo en un rasgo cultural canadiense.

Lo primero que puede chocarnos es que se trata, muy superficialmente, de un tema muy poco politicamente correcto, ya que describe los denodados esfuerzos de Mr. Johnson por deshacerse de un lindo gatito que ha decidido quedarse a vivir con él. Denodados esfuerzos que consisten en eliminarlo de las maneras más burras y despiadadas posibles, en un crescendo de destrucción y asesinato.

Horrible ¿no?

Pues no, porque la comicidad del asunto no estriba en la muerte del gato, al estilo de esas películas de torture porn que abundan hoy en día, sino en como esos planes, de los más sencillos a los más elaborados, fracasan una y otra vez, saboteados por un animal que se revela más inteligente que su dueño y que termina por destruirle. Una fuerza cómica que se basa en uno de los trucos más antiguos del género y que también sabía aprovechar Warner, la inversión de los papeles y estructuras sociales, en la que los poderosos, los que deberían ganar acaban siendo derribados y humillados por los débiles, entre el regocijo del público que al día siguiente deberá volver a ese mundo real donde nada cambia ni nunca cambiara.

Pero todos los temas y todos los trucos no sirven de nada sino hay talento y este corto de Baker lo derrocha a espuertas. No es ya que los gags se vayan sucediendo uno tras otro en un ritmo casi perfecto y que cada uno de ellos desarrolle el anterior o lleve la escena en direcciones tan sospechadas, tan distinto de esas películas o series tan famosas que se limitan a acumular chistes en el metraje sin que la cosa tenga algún sentido, es que simplemente no hay un solo plano desaprovechado, como puede verse en las capturas que he incluido, y que para rizar el rizo, el autor ha incluido chistes y guiños que sólo son visibles al segundo o tercer visionado, pero que no son menos graciosos que los que reciben el foco de atención.

Una obra maestra, en definitiva, de esas que te levantan el ánimo y te hacen pensar que merece la pena estar en este mundo.

Así que, vuelvan a ver el corto y disfrútenlo.

2 comentarios:

AkaTsuko dijo...

Cuando lo volví a ver hace poco (la primera vez fue durante los años de Via Digital y Locomotion), lo que más me sorprendió fue lo de las damiselas en apuros atropelladas en las vías de ferrocarril. Un genial añadido que en apenas unos fotogramas cuenta una historia tópica ajena al argumento del corto, pero que está ta bien colocado que no causa ninguna extrañeza.

Hoy en día con la vaginocracia de lo políticamente correcto no sería posible. ¡Escándalo!

Lo que más echo yo en falta en la animación actual es el doblaje de "voceras" tan llamativo. Esos gritos del señor del gato "WHAT!", los de Tom en los cortos clásicos de Tom y Jerry, etc. Lo más parecido en la actualidad serían los gemidos de Agallas, el Perro Cobarde, pero por desgracia esa serie terminó con tan sólo cuatro temporadas.

David Flórez dijo...

¡Ah los tiempos de Locomotion! Esos cortos experimentales entre anime y anime eran casi lo mejor del canal.

Con respecto a lo de las damiselas en apuros es el ejemplo perfecto de como ese corto es capaz siempre de ir un paso más allá para sorprendernos.

Y los doblajes, es uno de tantos detalles que se han perdido, como la exageración en las expresiones...