Como todos los domingos, continúo mi con revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno de The End (El fin), corto realizado en 1995 por el animador canadiense Chris Landreth.
Landreth es uno de los grandes exponentes de la animación 3D, mejor dicho, uno de los animadores actuales que ha convertido la 3D en su método de expresión y experimentación. No obstante, si siguen este blog, sabrán que suelo ser bastante crítico con la 3D, los CGIs y el ordenador, demasiadas veces de manera injusta y sin admitir matizaciones en mis juicios, así que deben estar imaginando que voy a cargar contra la obra de este animador. Pues bien, me guste o no, el ordenador es ya la herramienta básica de trabajo en la animación, sin la que sería imposible mantener la elevada calidad media de las producciones actuales, a lo que hay que unir que ha abierto vías y maneras impensables hace dos décadas.
En ese sentido, bienvenido sea. Lo que sigo sin aceptar es que se reduzca el uso del ordenador, los CGIs y la 3D a un mero replicar la imagen real, como si el fin último de la animación fuera hacerse indistinguible del cine tradicional. En la consecución de ese objetivo hay una clara admisión de la inferioridad de la forma animada, una conclusión que puede ser muy del gusto de la crítica afrancesada y del gran público, pero que debería repeler a todo aficionado a la animación. Al menos a todos aquellos que conozcan con cierto detalle su larga, rica y multiforme historia.
La obra de Landreth es una magnífica refutación de ese reduccionismo estéril. Como les he indicado este autor usa casi exclusivamente la 3D, pero no con vistas a crear una realidad más real que la propia realidad, sino para dar expresión a sus conflictos interiores, sus dudas y temores. En concreto, uno que ambos compartimos, la experiencia diaria de la fragilidad de nuestra cordura mental, la facilidad con que se puede uno partir y escindir, perder pie y deslizarse a abismos psíquicos de los cuales será muy difícil salir, si es que se sale. Este punto de partida ideológico exige así un tratamiento estético muy preciso, que sólo la 3D puede ofrecer, ya permite convertir al ser humano en una estructura inestable, una maquinaria remendada y renqueante, construida con piezas dispares, siempre al borde de desmontarse, al borde de griparse y detenerse, para no volver a reanudar su marcha jamás.
The End es uno de sus primeros filmes y constituye una auténtica declaración de intenciones, casi un manifiesto. Landreth expresa en él su decisión de seguir los caminos de la vanguardia y la experimentación, de ser acomercial, en definitiva; pero al mismo tiempo, deja bien claro que no va a renunciar a comunicarse con el público, que sus cortos van a ser un medio con el que expresar en imágenes las pulsiones y conflictos internos a las que me refería antes. Es decir, su cine se va a apartar de cierto modo de film comprometido, muy del gusto de ciertos sectores de la academia y del postmodernismo, que se centra en proferir frases grandilocuentes, pero completamente vacías de contenido, cuya única finalidad y utilidad es precisamente quedar identificado sin genero de dudas con la ortodoxia intelectual del momento. Una fidelidad a la moda intelectual del tiempo que sólo sirve para construir, con gran trabajo, eso sí, yermos y páramos estéticos.
Frente a ello, Landreth elige la introspección, mostrar su modo de pensar y de sentir, puesto que si no lo hiciera así, se traicionaría a sí mismo, peor aún, sonaría falso, forzado y mentiroso. Una elección que no implica atarse a modos antiguos, aparentemente más apropiados, o al menos más usuales y cómodos en la expresión de esos sentimientos, sino aceptar el reto de utilizar lo nuevo para expresar lo antiguo. Mejor dicho, de encontrar su voz en lo nuevo, evitando copiar lo que los demás hacen. Ser personal e independiente, en definitiva
No les entretengo más. Como siempre, aquí, les dejo el corto para que lo disftuten. Y para que en esta ocasión piensen en los muchos otros caminos por los que podría estarse explorando la 3D.
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