Les había anunciado la semana pasada, en mi último comentario sobre the World at War, que tenía la intención de iniciar un nuevo proyecto. Éste comenzará en firme la semana que viene, cuando vuelva de un viaje que tengo esta semana, pero no quería irme sin dejarles un breve resumen de mis intenciones.
Básicamente, que vuelvo a mis microreseñas sobre animación, centradas en esta ocasión en las compilaciones de cortos de animación que circulan por la Internet bajo el nombre de Beltesassar. Debo confesarles que me ha sido muy difícil encontrar información sobre quién se oculta bajo ese nombre, más allá de que parece ser un profesor universitario holandés que utiliza ese medio contemporáneo para hacer visible la riqueza del mundo de la animación. Un motivo que ya por si solo es digno de alabanza, dado que la mayoría de las producciones animadas sólo se muestran en festivales, fuera por tanto del alcance del aficionado medio, mientras que el mundo oficial guarda el más absoluto silencio, casi desprecio, sobre ellas. Un silencio que podría ser disculpable, si no fuera porque los guardianes de la ortodoxía luego se vuelven locos por los más infames productos del Hollywood actual, equivocando completamente su cometido.
Si están interesados, sólo tienen que utilizar sus buscadores para encontrar las 17 compilaciones, cada una con alrededor de entre 15 y 20 cortos, que Beltesassar ha ido haciendo públicas. Desgraciadamente, la secuencia se interrumpió en 2011, por razones desconocidas, dejándonos un poco más pobres e ignorantes, como digo yo. Lo que hacía las compilaciones de Beltessasar importantes, mejor dicho, distintas de otras similares como la de Annecy, era su preferencia por la producción de hoy mismo, lo que se se estaba presentando en festivales, anunciando por tanto los nuevos caminos por los que se iba a adentrar la animación mundial.
Esta selección no se basa en supuestos ideales de calidad, tan sometidos a las modas como la selecciones de los festivales, sino que intentaba incluir todo lo que recientemente había despertado interés, aunque incluso en el momento de realizar la compilación algunos de los cortos parezcan ya prematuramente envejecidos. No obstante, esta equidistancia y desapasionamiento en la selección tiene la gran ventaja de permitir detectar tendencias que de otra manera pasarían desapercibidas, por ejemplo, la preminencia de la 3D, la curiosa preferencia de la animación francesa por los cortos dirigidos colectivamente, o el renacimiento de la stop motion acompañado de la decadencia de la 2D, en contra de todas las previsiones.
La compilaciones, no obstante, no se limitan a lo ultimísimo, sino que abarcan toda la historia de la animación, de 1908 (aprox) hasta 2011. No es un esfuerzo por establecer un canon, como ocurría con la lista de Annecy, sino que se prefiere explorar tiempos y ámbitos que han quedado olvidados en la larga historia de esta forma, a pesar de su importancia pasada, como es el caso de la animación independiente americana de los años 60 y 70, oculta a la vista del aficionado desde hace décadas y sin recopilatorios en calidad aceptable que la reivindiquen.
No quiero entretenerles más. Que sepan que el domingo que viene comenzamos en serio y que cada nuevo domingo nos traerá un corto nuevo. No sé ahora mismo por cuanto tiempo tendremos esa cita semanal. Los cortos reunidos por Beltesassar son más de 200, pero bastantes de ellos figuraban en la lista de Annecy, así que no volveré a reseñarlos y me limitaré a incluir el enlace. De todas maneras y para que no se me pierdan, habrá una página en este mismo blog, donde podrán encontrar la lista completa y los enlaces pertinentes.
Espero que los disfruten tanto como los otros.
Básicamente, que vuelvo a mis microreseñas sobre animación, centradas en esta ocasión en las compilaciones de cortos de animación que circulan por la Internet bajo el nombre de Beltesassar. Debo confesarles que me ha sido muy difícil encontrar información sobre quién se oculta bajo ese nombre, más allá de que parece ser un profesor universitario holandés que utiliza ese medio contemporáneo para hacer visible la riqueza del mundo de la animación. Un motivo que ya por si solo es digno de alabanza, dado que la mayoría de las producciones animadas sólo se muestran en festivales, fuera por tanto del alcance del aficionado medio, mientras que el mundo oficial guarda el más absoluto silencio, casi desprecio, sobre ellas. Un silencio que podría ser disculpable, si no fuera porque los guardianes de la ortodoxía luego se vuelven locos por los más infames productos del Hollywood actual, equivocando completamente su cometido.
Si están interesados, sólo tienen que utilizar sus buscadores para encontrar las 17 compilaciones, cada una con alrededor de entre 15 y 20 cortos, que Beltesassar ha ido haciendo públicas. Desgraciadamente, la secuencia se interrumpió en 2011, por razones desconocidas, dejándonos un poco más pobres e ignorantes, como digo yo. Lo que hacía las compilaciones de Beltessasar importantes, mejor dicho, distintas de otras similares como la de Annecy, era su preferencia por la producción de hoy mismo, lo que se se estaba presentando en festivales, anunciando por tanto los nuevos caminos por los que se iba a adentrar la animación mundial.
Esta selección no se basa en supuestos ideales de calidad, tan sometidos a las modas como la selecciones de los festivales, sino que intentaba incluir todo lo que recientemente había despertado interés, aunque incluso en el momento de realizar la compilación algunos de los cortos parezcan ya prematuramente envejecidos. No obstante, esta equidistancia y desapasionamiento en la selección tiene la gran ventaja de permitir detectar tendencias que de otra manera pasarían desapercibidas, por ejemplo, la preminencia de la 3D, la curiosa preferencia de la animación francesa por los cortos dirigidos colectivamente, o el renacimiento de la stop motion acompañado de la decadencia de la 2D, en contra de todas las previsiones.
La compilaciones, no obstante, no se limitan a lo ultimísimo, sino que abarcan toda la historia de la animación, de 1908 (aprox) hasta 2011. No es un esfuerzo por establecer un canon, como ocurría con la lista de Annecy, sino que se prefiere explorar tiempos y ámbitos que han quedado olvidados en la larga historia de esta forma, a pesar de su importancia pasada, como es el caso de la animación independiente americana de los años 60 y 70, oculta a la vista del aficionado desde hace décadas y sin recopilatorios en calidad aceptable que la reivindiquen.
No quiero entretenerles más. Que sepan que el domingo que viene comenzamos en serio y que cada nuevo domingo nos traerá un corto nuevo. No sé ahora mismo por cuanto tiempo tendremos esa cita semanal. Los cortos reunidos por Beltesassar son más de 200, pero bastantes de ellos figuraban en la lista de Annecy, así que no volveré a reseñarlos y me limitaré a incluir el enlace. De todas maneras y para que no se me pierdan, habrá una página en este mismo blog, donde podrán encontrar la lista completa y los enlaces pertinentes.
Espero que los disfruten tanto como los otros.
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