jueves, 8 de octubre de 2009

No Wall (y II)





Releyendo mi reseña anterior de Mushishi, me he dado cuenta de que he olvidado uno de sus rasgos más característicos, presente ya en el cómic, pero ampliado y aumentado por la manera, imagen, montaje, paleta, ritmo, con se vierte en su adaptación animada.

Se trata, ni más ni menos, en que las historias narradas siempre culminan en un final agridulce.

Entiéndase bien, los personajes que que habitan el mundo de Mushishi suelen tener unas motivaciones claras, mejor dichos unos deseos y esperanzas perfectamente definidas, que sirven de motor a la trama, y que, en otra serie normal, se verían satisfechos y completados con un final feliz... o en otros productos supuestamente más cínicos y realistas, serían quebradas y astilladas, convertidas en polvo, esparcidas en el olvido.

Sin embargo, como ya había dicho antes, la acción de Ginko, el protagonista, se limita a la de un mero espectador, alguien que simplemente se convierte en los ojos y los oídos del espectador y que le sirve de guía en este mundo extraño, un aspecto resaltado por que él es la única persona que viste con ropas occidentales, contemporáneas, en un mundo claramente oriental y del pasado.

Un aire de perenne testigo que le lleva a no intervenir en lo que sucede o, cuando lo hace, a no servir de ayuda, de forma que es el azar, los defectos y virtudes de los personajes, el ambiente y la sociedad que les rodea los que realmente deciden el resultado de la trama... un resultado que, como ocurre en el mundo que habitamos, nunca se ajusta a nuestros deseos, los cuales acaban desvaneciéndose...















...para ser substituidos por otros nuevos, completamente distintos, que deberemos aceptar y aprender a amar con pasión, siempre que queramos continuar en este mundo y no entregarnos a una muerte prematura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola David. Desconozco si estás al corriente de lo que apareció ayer en el Times Out. Terry Gilliam escoge los 50 mejores films de animación. Hay muchas buenas pero la selección final me parece discutible. Seguramente te interese y le puedas dedicar alguna reflexión. Saludos.

Time Out's 50 greatest animated films, with added commentary by Terry Gilliam
http://www.timeout.com/film/features/show-feature/8835/time-outs-50-greatest-animated-films-curated-by-terry-gilliam.html

David Flórez dijo...

Discutible creo que es la mejor definición...

Tiene varios problemas importantes, lo primero que, excepto Disney, solo aparecen cintas de 1960 para acá, que tiene una fuerte componente Disney, lo cual es confuso, aunque curiosamente es más anime de lo que podría pensar y, sobre todo, que la animación es una forma que tiende a ser cultivada principalmente en el corto, con lo que una lista basada en los largos, deja fuera demasiadas producciones importantes...