domingo, 19 de abril de 2020

Influencias y fertilizaciones (y IV)





















































Continuando con el análisis de los cortos de Nihon Animeta Mihonichi, (Japan's Animator's Exhibition, 2014-2016), ha llegado el turno de los diez siguientes, del 11 al 20-

11 POWER PLANT No.33 (2015), de Yasuhiro Yoshiura, es otro de los homenajes a las series de antaño que contiene esta colección. En una ciudad cuya energía se obtiene de un Kaiju (monstruos gigantescos cuyo exponente más famoso es Godzilla), la aparición de un mecha (robot humanoide gigantesco) algo cochambroso y chapuzero, de origen e intenciones desconocidas, provoca el hundimiento de esa civilización. De técnica irreprochable, gran energía y movimientos impecables, queda un tanto lastrado por la falta de un trasfondo que le dé sentido. No pasa de ser un ejercicio de estilo, brillante y asombroso, pero sin nada más que lo justifique.

12 Evangelion:Another Impact (2015), de Shinji Aramaki. Otro anuncio encubierto de las nuevas películas de Evangelion. No obstante, no deja de tener cierto interés ver como sería el mundo de esa serie en el formato de 3D hiperrealista. Tengo que admitir que no quedaría nada mal, al menos los mechas que dan nombre a la franquicia.

13 Kanon (2015) de Mahiro Maeda, es una de las estrellas de la colección. Ya lo había sido la aportación de este director, Gala, a Genius Party Beyond, y esta nueva entrega no desmerece. Basada en una narración de satirista checo Karel Capek, describe un génesis alternativo al bíblico donde Adán toma el papel de Dios, con la agría ironía, unida a un certero sentido del humor, que es característica de este autor. Para ilustrarlo, Maeda elije un estilo de animación más de tipico de la vanguardia animada europea que del anime: abocetado, poco detallado, de paleta restringida a una simple escala de grises, pero de gran expresividad y dinamismo. El resultado es magnífico, al mismo tiempo que divertido e inquietante, además de un ejercicio insuperable de imaginación visual.

14 Sex&VIOLENCE with MACHSPEED (2015) de Hiroyuki Imaishi, remite, por su nombre, a una divertidísma serie del extinto estudio Gainax: Panty & Stocking with Garterbelt (2010, Jun Sasaki). Sin embargo, en esta ocasión el tono ha sido variado de manera radical. En la serie original la violencia y el sexo, omnipresentes en toda ella, eran tratados de manera exagerada y cómica, llegando al límite de lo que se podía presentar en televisión, pero sin perder jamás un loable sentido lúdico. Aquí, al contrario, se transgreden esos límites, buscando simplemente sacudir y ofender al espectador, sin conservar nada de la hilarante locura de su predecesora. Aunque brillante y muy soprendente, no creo que haya ganado mucho en comparación.

15 Obake-chan (2015), de Shigeto Koyama, se halla en las  antípodas del corto anterior. Su historia es la de un fantasma principiante, retratado con el aspecto y las actitudes de una adorable adolescente japonesa. Aunque podría derivar en la cursilería más empalagosa, lo salva su estilo minimalista y contenido, ser bastante gracioso en ocasiones, además de un sorprendente final.

16 Tsukikage no Tokio (Tokio, del lado obsciro de la lina, 20159), de Mizuno Takanobu, es otro de esos cortos de brillante factura, pero sin ninguna substancia. Es de agradecer la mezcla audaz de diferentes técnicas animadas y estilos, pero no acaba de armonizarlas ni de ser algo más que un mero ejercicio estético.

17 Sanbon no Shōgensha (Tres testigos caídos, 2015) de Satoru Utsunomiya, parte de una premisa muy interesante: la posibilidad de reconstruir el escenario de un crimen en función de los objetos que se encontraron allí. Es de agradecer, asímismo, que la conclusión se deje abierta, pero temo que el estilo de animación elegido no sea el más apropiado.

18 Ochibi-san (2015),  de Masashi Kawamura, es otra de las obras maestras de la colección. Ilustra las cuatro estaciones del año utilizando animación fotograma a fotograma de objetos corrientes -un bento para la primavera, abanicos para el verano, hojas muertas en otoño, una taza de té en invierno- entre las que vaga el personaje titular. Destaca aún mucho más en medio de tanto tópico animado que le sobra a la colección, pero esto no le quita un ápice a su importancia. Siempre es reconfortarte ver demostrada en la práctica una ley fundamental de la animación: cualquier cosa puede ser animada con una mínimo de recursos, basta con tener imaginación

19 I can Friday by day! (2015) de Kazuya Tsurumaki es otro corto de gran originalidad, que cruza y hace burla de varios tópicos del anime. En este caso,  las aventuras escolares de estudiantes inocentones y los mechas de combate, que se amalgaman en una adolescente que resulta ser, en realidad, un robot controlado por una unidad militar formada por pequeños mamíferos adorables. De una animación sin tacha, plena en hallazgos, termina siendo un corto divertídisimo, que se mofa con mucho cariño de los modelos de los que parte.

20 ME!ME!ME! CHRONIC, de Hibiki Yoshizaki, es una reelaboración, al estilo Dance, del magnífico ME!ME!ME!, del que ya hablé en la entrada anterior. En aras de hacerlo más bailable, elimina todas las virtudes del corto original, que queda reducido a un amasijo de imágenes inconexas. Prescindible por entero.



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