Como todas las semanas, toca revisar un corto de la lista de mejores producciones animadas, que recopilara hace unos años el festival de Annecy. En esta ocasión, sin embargo, volvemos a la lista B, la recopilación que circula por esas internetes de dios que incluye otros cortos cuando los de la lista A no están disponibles. El substituto elegido para este caso es Peace on Earth, realizado por Hugh Harman y Rudolf Ising en 1939 para la Metro Golden Mayer.
El tandem Harman/Ising es uno de los grandes desconocidos de la animación de los años 30, a pesar de que estuvieron involucrados prácticamente en todos los lugares que luego se hicieron famosos... o quizás precisamente por eso, puesto que el estilo que ellos practicaban no es el que luego se asociaría con esos otros grandes nombres. Así, tras que Disney/Iwerks perdieran el control sobre Oswald, fue el tandem Harman/Ising el que se ocuparía de continuar el personaje. De la misma manera, fueron instrumentales en la creación de la unidad de animación de la Warner Brothers, antes que el equipo de la Termite Terrace hiciera historia y por último ayudaron a impulsar la producción de la Metro Golden Mayer, antes de que Hanna/Barbera y especialmente Tex Avery, la condujeran por otros derroteros.
Como se puede apreciar, la historia del duo Harman/Ising es una lista de continuos fracasos, sin que nuncan consiguieran ese éxito definitivo que les granjease el aprecio del público o un lugar en la historia de la animación. Ni siquiera varias décadas más tarde, a finales del siglo XX, con el advenimiento de la edad de plata de la admiración americana y el reconocimiento de que en los años 30 y 40 había existido más animación que la de Disney, su figura fue reivindicada. Trabaja contra ellos el hecho de que su animación en general parece anticuada, una copia del peor estilo Disney (animales parlantes de apariencia mona y temas infantiles) sin que les pueda redimir la anarquía estética propia de unos Fleischer o la vis cómica de la Warner en sus mejores años.
Sin embargo, Harman/Ising eran unos animadores de una capacidad técnica por encima de lo normal y tienen el mérito de haber sido los primeros animadores en introducir temas serios en sus cortos, en este caso un claro aviso de la catástrofe que estaba a punto de estallar en Europa y que ahora conocemos como Segunda Guerra Mundial. Es cierto que los animales monos à la Disney siguen estando allí, pero no es menos cierto que el corto es de un pacifismo a ultranza, sin reconocer en la guerra nada de noble, justo o valioso, sino como la mayor locura y barbarie a la que pueden entregarse los seres humanos, y que el tono del corto, en su parte central es especialmente obscuro y lóbrego, desembocando en el suicidio literal de la humanidad en una última guerra general, quizás ésa misma en la que el mundo estaba a punto de embarcarse.
La importancia del corto no radica sólo en su mensaje, sino en la perfección de su animación, especialmente en la reservada a representar los seres humanos, rompiéndo así con un tabú de la animación americana, el de que no es posible conseguir una representación veraz de los seres humanos (veraz=convicente, capaz de substituir a un actor) y que sigue de actualidad incluso en estos tiempos de animación 3D que se pretende indistinguible de la imagen real, aunque haya sido roto una y otra vez, dentro y fuera de la escuela americana. Es cierto que algunas escenas han sido claramente rotoscopiadas, pero la escena crucial que pueden ver en las capturas no lo ha sido, y más de setenta años de su realización sigue asombrando por su realismo y crudeza.
Como siempre, aquí les dejo con el corto, desgraciadamente sin subtítulos. Disfrútenlo y piensen que la calidad con que está publicado en la internet se debe simplemente a que alguien lo incluyó como extra de la edición DVD de otra película, no porque se haya pensado en recuperar la memoria de estos directores de animación.
2 comentarios:
esta fue la mejor época del dibujo animado.
es notorio como evolucionó el estilo de Harman ising, desde inicios de los años 30, hasta ésta época.
durante la serie Happy harmonies, se puede ver como evolucionó desde un estilo aún primitivo en los primeros episodios (1934-35) a uno mas realista (1937-38) pero sin duda que ellos fueron grandes precursores que tuvieron influencia en otros artistas posteriores.
excelente artículo , gracias por publicar, yo soy fanático de estos cartoons =)
No es para menos, es un gran momento en la historia de la animación y nunca está de más recordar a estos creadores medio olvidados
Publicar un comentario