martes, 24 de enero de 2012

Differences (y I)





Winters was the last. As he was leaving he took a final look down the trench: "Here was this wounded Jerry trying to put a MG on us again, so I drilled him clean trough the head"

Band of Brothers, Stephen A. Ambrose.

En 2001 la serie Band of Brothers de la HBO saltó a la fama, principalmente por describir de un modo naturalista las acciones bélicas de una compañía de paracaidistas norteamericana durante la segunda guerra mundial.

Aún entonces, la serie destacaba por una grave defecto, el hecho de que cuando el espectador empezaba a (re)conocer a los personajes la historia narrada terminada. Aún así, este defecto se podía considerar compensado por ese naturalismo al que hacía referencia y que en aquellos días, unos cuantos años tras el estreno de Saving Private Ryan, aún era bastante llamativo.

Digamos, no obstante, que los años no le han sentado bien a la serie, o mejor dicho, que a mis ojos sus defectos son cada día más notorios, incluso algunos en los que no reparé en su momento.

Yendo por partes, toda la serie está recorrida por una postura ideologica que tiene que ver mucho con el mal resultado de las guerras en las que los EEUU se han visto involucrados desde 1945. Como todos sabrán, los conflictos que tuvieron lugar durante la guerra fría y después, bien acabaron en derrotas psicológicas para la superpotencia (como Corea y especialmente Viet-Nam) o rápidamente revelaron como sucias mentiras, ejercicios de poder impñerial, revestidos de un barniz de falsa justica, muchas veces rallanos en el crimen de guerra (Irak y nuevamente Viet-Nam)

En ese sentido, la segunda guerra mundial en Europa se erige como la última guerra justa y justificable que libraron los americanos, tanto por la catadura de su enemigo, el nazismo, como por el hecho de consistido en su mayor parte en victoria tras victoria, o derrotas que sólo fueron pasajeras. Este hecho, el último instante en que los americanos podían considerarse plenamente los buenos de la película, ha llevado a la mitificación de la generación de los años 40, la que sobrevivió a la gran depresión y al conflicto mundial.

Es ese tono, de fuimos los mejores y los que nos siguieron no (unido a un cierto aire de lección a los jóvenes de ahora, que no saben lo que es pasar penalidades) lo que la convierte visto ahora en bastante cargante. Porque a pesar de su naturalismo, ésta no es una serie pacifista ni antimilitarista, sino una serie que realiza una auténtica loa al estamento militar, al mostrar el periodo del conflicto mundial, a pesar de sus miserias, como el gran momento de estas personas, y la experiencia conseguida durante el servicio militar, determinante en su éxito futuro.

Únase a esto, que el autor del libro de partida parte de una tesis que sólo acepta él, la teoría de que el ejército de los EEUU produjo los mejores soldados de su época, y que por tanto la democracia es el mejor régimen en lo que toca a las virtudes castrenses. Por supuesto, esa tesis no se tiene en absoluto, ya que Ambrose compara a una unidad de élite dentro de una unidad de élite de los EEUU, en el cénit de su entrenamiento, con una unidad de élite del ejército alemán cuando la maquinaría de guerra nazi empezaba a quebrarse, intentando convencernos de que el hecho de que los paracaidistas americanos siempre venciesen en esas circunstancia es la demostración palpable de la excelencia del ejercito USA en su conjunto.

La situación varía, por supuesto, si comparamos. al soldado medio americano con el soldado medio alemán, porque entonces, y los testimonios son unánimes, la opinión que se tiene sobre el soldado medio americano es bastante mala, tendente a huir si las cosas le iban torcidas y protegido sólo por su abundancia en material, mientras que las unidades del ejército alemán fueron extremadamente peligrosas hasta comienzo de 1954, como bien sufrieron a su costa todos aquellos que cometieron el error de menospreciarlas.

Por supuesto, Ambrose puede sostener cualquier tesis que quiera, pero el problema es que esta se filtra en toda la serie, y la dota de un aire de hazañas bélicas poco convincente, al convertirse en una serie de victorias, magnificadas en todo caso por el sufrimiento de sus protagonistas, la gran generación a la que me refería.

¿Y cuál es la razón de las capturas y el texto que he incluido? Pues que a pesar de su realismo, que a muchos les hizo creer que lo que estaban viendo era estrictamente histórico, la serie abunda en manipulaciones, unas más pequeñas, otras más grandes, que pueden entenderse como licencia poética, pero las más de las veces sirven para sustentar las tesis a las que hacían referencia.

Unas modificaciones de las que las capturas que he incluido son perfecto ejemplo, puesto que del libro se desprende que uno de los protagonistas (el capitán Winters) dispara sobre un herido, hecho que se evita en la representación fílmica, para evitar un rechazo por parte del público que a esas alturas de la serie tenía identificado al personaje como referencia moral.

No hay comentarios: