Como todos los domingos continúo mi con revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno a Vent (Viento), corto realizado en 2005 por el animador holandés Erik van Schaaik.
Vent es un ejemplo perfecto de las capacidades formales intrínsecas a la animación, que curiosamente apenas aparecen en el cine de imagen real, debido a la falsa igualdad entre cine y narración a la que muchos reducen este arte. En animación, por el contrario, muchos cortos pueden definirse como "mera" resolución a un problema formal, es decir, como el ejercicio de establecer unas premisas cerradas y angostas, para desarrollar una historia sobre ellas. No obstante, este desarrollo no supone un simple contar una anécdota, que dejaría reducido el corto a un mero chiste ilustrado, crítica y censura tan común a este formato. Lo que se intenta en animación, por el contrario, es llevar ese fundamento estético y narrativo hasta sus últimas consecuencias, sin descuidar ninguna de las dos vertientes.
De esa manera, Vent se constituye como un ejercicio de estilo. Tómese una situación normal, un día de viento, e ilústrense los esfuerzos de una persona por avanzar contra la fuerza del aire. Reducido a esta premisa, el corto ya sería interesante, al proponerse como objetivo la recreación de ese movimiento dificultoso, obligándonos con ese análisis visual detallado, a ver con ojos nuevos aquello en lo que normalmente no reparamos, por considerarlo cotidiano y banal. Sin embargo, Schaaik no se queda ahí, en ese mero ilusionismo realista, tan cercano al cine de las imágenes reales, sino que incluya una serie de elementos discordantes, silueteado, encuadre antinatural, elementos irreconocibles, que trasladan la acción a un plano distinto, inusual, donde cualquier cosa inesperada puede suceder.
Inesperado, cierto, pero no ilógico, ni innecesario. Muy al contrario, porque esos elementos irreconocibles, sobrantes y arbitrarios, se revelarán esenciales para el desarrollo de la acción. Servirán para introducir unos giros radicales en la historia narrada, que resultarán tanto más creíbles, cuanto más humildes y naturales, cotidianos y normales, se revelen. El corto avanza así en un crescendo de sorpresas y alardes que no resultan forzados, sino que fluyen de manera natural los unos de los otros, engarzados en una cadena lógica, que es al mismo tiempo rigurosa y libre, suave y a trompicones, donde no se hacen ascos a la introducción de un claro absurdo que sirve de preciso contrapunto y de subrayado a las dificultades que experimenta el protagonista del corto.
Como siempre, no les entretengo más. No sé si el corto de Schaaik, autor con larga carrera y un estilo personal, es una obra maestra o no. Lo que sí sé es que Vent es una ilustración perfecta de las virtudes de la animación, ésas de las que carece el cine de imagen real: tomar una idea, una anécdota banal, sintetizable en una línea escrita, para transformarlo en un edificio estético cuyas posibilidades parecen inagotables, tanto en número como en recorrido.
Así que aquí tienen el corto. Que lo disfruten.
Vent from il Luster on Vimeo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario