martes, 8 de marzo de 2011

Storm in China


Comentaba en otras ocasiones la ambivalencia que sentía hacia la obra y la figura de Joris Ivens, encarnada en su doble imagen de formalista visual y de propagandista político.

Una de las escenas más enigmáticas que rodara Ivens tiene lugar en su última película, Une Histoire de Vent, cuando en un estudio de rodaje, se representan varias escenas simultáneas que parecen tener lugar en tiempos de la revolución cultura china, mostrando los logros de los que se gloriaba la propaganda del régimen. En cierta manera, da la impresión de que Ivens nos quiere mostrar que todo lo que sabíamos/sabía de china era falso, de cartón piedra, imagen reforzada porque en un momento dado cuando un personaje recurrente en la película, un actor disfrazado de mono legendario, eterno pícaro y embrollador, interrumpe el sonido de los mítines, rompiéndose toda la coordinación entre las diferentes escenas, que empiezan a tomar un aspecto más real y vital, de la vida que surge tras haber sido oprimida por una ideología.

En un último guiño, Ivens se quedará sólo en el plató vacío, como si todo lo que hubiera conocido se lo hubiera desvanecido en el tiempo, le veremos marcharse y, al volverse, descubriremos que está maquillado como el mono legendario del que hablaba antes.

Curiosamente, vi esta película final suya, plena de desengaño, antes de uno de los documentales del Mamut Comment Yukon deplaça les montagnes (Como Yukón desplaza las montañas) rodada en 1976 como loa de la revolución cultural, que a la intelectualidad francesa de aquella época les parecía el ideal revolucionario, frente a los traidores partidos socialdemócratas de su tiempo y a la anquilosada URSS.

En el documental al que me refiero La Pharmacie nº 3. Shangai, (la farmacia número 3 de Shangai) se nos muestran los supuestos logros de esa farmacía, ejemplo de los logros de la revolución cultural y volcada abnegadamente en en el servicio al pueblo. Por supuesto, ahora sabemos que la realidad era muy otra, lo cual no evita que el documental sea de gran interés, especialmente para los aficionados a la historia. Muy brevemente, en tiempos de la revolución cultural, los médicos, como todas las élites del país, fueron perseguidos por sus supuestas tendencias antirrevolucionarias. Eso supuso la quiebra de la sanidad china obligando a que las responsabilidades médicas fueran asumidas por las farmacias, que tenían que diagnosticar a los enfermos y recetarles las medicinas, además de dispensarlas.

Esa medida de urgencia, provocada por una política irresponsable, es presentada en el documental como un medio de llevar la medicina al pueblo y hacerle partícipe de su propia salud. Sin embargo, lo que se aprecia, si se observa con un poco de atención, es a un personal agobiado por el trabajo, que receta cualquier cosa a los pacientes o utiliza indiscriminadamente placebos como la acupuntura. Unas personas que además se ven sometidas a estricta vigilancia por parte de los representantes del partido, perfectamente identificables por su seguridad, que toman nota de cualquier falta suya y les obligan a seguir cursos de adoctrinamiento político, lo cuales no sirven para otra cosa que para sobrecargar aún más de trabajo a los miembros de la farmacía.

Pero, sin embargo, hay algo aún más interesante. Y es simplemente que de vez en cuando Ivens se aleja del ambiente enrarecido de la farmacia y deja vagar su cámara por las calles de Shangai, atento al espectáculo de la vida humana, a los pequeños detalles que la muestran sin disfraces ni mentiras. Unos momentos, los del documentalista de raza, a los que pertenecen las capturas que encabezan la entrada, magnífica conclusión al documental, donde como digo por primera vez el espectador siente que puede respirar por libertad.

Unas imágenes por último, donde parece que el Ivens anciano de 1976 se ha reencontrado/transmutado con su yo joven de 1929, aquél que dedicase un corto entero a describir la lluvia en Amsterdam.

En Regen (lluvia), uno de los cortos más hermosos que se hayan rodado y que comenté muchas entradas atrás.

No hay comentarios: