miércoles, 25 de abril de 2007

Dos Años/Un Año/Dos Mil visitas.

Tenía pensado continuar comentando mis lecturas de las mil y una noches, pero, por reducir un poco la habitual densidad de este el mío blog, me apetecía celebrar algún tipo de aniversario, y así, de paso, poder escribir alguna entrada sin que me llevase algún esfuerzo.

El caso es que en Mayo hará ya dos años que empece este blog y uno desde que controlo el tráfico de visitas, a lo cual se ha añadido que ayer superé la barrera de las 2000 (No sé si será una barrera o no, pero me hacía ilusión)

Haciendo un poco de historia el primer año fue bastante difícil, empecé con buen ritmo y poco a poco las entradas fueron espaciándose hasta que pasaron meses enteros sin que escribiera alguna, algo que no debíó resultar muy saludable para la fidelidad de mis visitantes. Por fortuna, en este último año, lo he retomado con nuevas fuerzas, y se está estabilizando en unas once entradas al mes, más o menos tres por semana, lo que me parece el ritmo más apropiado, tanto para que se me ocurran nuevas divagaciones (algo no muy difícil, por cierto), como para que los pocos que lo leen no huyan.

Y es ahora cuando llegamos al punto que realmente motivaba esta entrada. ¿Quién me lee? ¿Por qué me lee?

Hace no mucho comentaba yo con un amigo que esto de escribir un blog es una ocupación tan absurda como la de ir hablando en voz alta por la calle, esperando que los transeúntes se unan a la conversación... porque algo que todo blogger desea , al contrario que el escritor de un diario, es es constatar que sus meditaciones, divagaciones y diatribas producen alguna reacción en sus lectores... si es que los tiene, claro.

Evidentemente, éste no es un blog de los que atraígan multitudes. Al no tratar de la actualidad, ni pretender un enfoque polémico y combativo, que pille a la gente a contrapelo y la fuerce a definirse, era predecible que las mayoría de la gente que entrase en él se marchase al poco... más si se tiene en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, es como si hablase para mí, no con un hipótetico interlocutor.

Sin embargo, a pesar de todos estos argumentos utilizados como excusas, no puedo negar que la ausencia de comentarios es un lastre que te hace pensar, demasiado a menudo, la utilidad del tiempo que gastas en escribir aquí. No sabe uno si es que no le leen, si lo que cuenta es normal y archisabido, o si simplemente esta tan alejado de sus contemporáneos que sus ideas parecen las de un loco, al que mejor no hablar, no sea que le de un berrinche.

Quizás por eso, decidí poner el control de visitas. Primera constatación: Pocas. Segunda Constación: Pocos fieles. No obstante, a lo largo de estos meses de observación, si que he podido detectar, básicamente por su ubicación geográfica, una serie de personas, no llegarán a veinte, que periódicamente vuelven a este blog mío.

De manera inconsciente tiende uno tomarles cariño. Mirá, me digo, ya está aquí el de... Vaya, ese hacía tiempo que no se pasaba. Anda. Aquel debe estar de vacaciones, puesto que no hace más que entrar... Incluso llega a écharseles en falta si no cumplen con la rutina a la que me habían acostumbrado.

Y lo más extraño es que tiende uno a fantasear sobre esas personas. Tal se leyó el blog entero en un par de días. ¿Será porque coincidimos en algo o simplemente por curiosidad malsana, a ver que última locura se le ha ocurrido a éste? Otros debieron encontrar algo que les llamo la atención y aparecen de tarde en tarde, como si de vez en cuando se acordarn de que existo. Algunos entran varias veces al día, como los contenidos que pongo fueran de vital importancia para ellos.

Quizás parezca que esta entrada no es sino una llamada a que mis lectores participen. No lo es en absoluto. El tener lectores no fue algo que me motivara a empezar este blog. Mi intención, más bien, eradejar por escrito pensamientos que me obsesionaban en un instante dado y que acababan por perderse (y aún así hay muchos que se me pierden, muy importantes, porque no tengo ocasión para ellos). Además yo no estoy dispuesto a revelar más de mi persona que lo escrito aquí, y gran parte de lo que aparece no son sino cortinas de humo, disfraces que me gusta adoptar y con los que la internet nos permite jugar debido a su anonimato.

El objetivo de esta entrada es simplemente señalar que sé que hay gente que ha tomado por constumbre leerme y que a veces me pregunto cuales serán sus razones.

Nada más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, ahí va:

¿2 años ya? cómo pasa el tiempo.
Bueno, como ya debes saber yo algunas veces te leo. No soy "tu fiel lector" ni nada parecido, entre otras cosas porque tus intereses y los míos son muy diferentes, pero hay algún que otro terreno común.

¿Por qué te leo? bueno, siempre vale la pena conocer puntos de vista que no había tenido en cuenta sobre temas que me interesan. No creo que opinemos igual -ni tampoco creo buscar eso- pero sí hay algún que otro cosquilleo cultural común.

Creo que escribir un weblog es absurdo, como comentas, si se hace sin intenciones concretas. La verdad es que el que alguien escriba un weblog sin fin definido contrasta con toda la parafernalia informático-webloguera puesta a tu servicio para escribirlo con fines claros y concretos.

Ya sé, como has comentado, que tu mensaje no está para quejarte sobre algo sino solamente por el placer de convertir en "idea fijada en texto" cierto pensamiento que has tenido al saber sobre tus visitantes. Pero de todas formas aprovecho para decirte que tengo la sensación que, en cierta manera, malgastas las ideas que viertes en este weblog si no las leen las personas adecuadas. Ya sé que el weblog lo haces por ti y para ti principalmente pero... nunca se sabe si aprovechar otras posibilidades del weblog puede o no dar sorpresas.

Sabes de sobra que el "choque" de ideas entre personas puede generar auténticas erupciones, pueden convertirse en más fecundas, etc si uno encuentra a otras personas interesantes sobre las que charlar sobre ellas.

Sé que no quieres, pero te invito a que des más "publicidad" a tu weblog en los lugares adecuados. No se puede esperar que el azar te traiga a tu weblog al tipo de persona que buscas o que no buscas.

Ya sabes de sobra la manera, basta con que busques unos cuantos weblogs con temas o personas que te interesen y que escribas algún comentario en ellos añadiendo un link a tu weblog.

No pierdes nada con probar y si no te gusta el resultado siempre puedes cerrar este weblog y abrir otro en otro "lugar".

En general quizá tenemos cierta tendencia a creernos diferentes, o con gustos diferentes, o a creer tener ciertas formas de pensar particulares y diferentes a los del resto de la humanidad que nos hacen creer que estamos solos, pero en realidad hay gente para todo...
Cómo no va a ser así con la cantidad de gente que vive aquí.

Estoy totalmente convencido de que en internet corre gente, ideas, que conseguiría-n que este weblog cobrara más sentido para ti pero, aunque a priori no te guste la idea, deberías forzarte a hacer "publicidad" en lugares escogidos.

Probablemente pensarás: "No, me has malinterpretado, no quise decir eso. No busco nada.". Pero entonces te podría responder: "si no haces nada, dentro de otro aniversario volverás a tener el mismo pensamiento que generó tu mensaje y volverás a sentir el placer creativo de trasladarlo a un texto".

Por más que digas e insistas en que en realidad no he entendido tu mensaje creo que puedo insistir y decir que sí lo he entendido. En el fondo lo he entendido.

Saludos

jasi

David Flórez dijo...

Hay varios puntos muy interesantes en tu respuesta.

En primer lugar, la cuestión de los gustos. Es casi un lugar común afirmar que de 1960 hasta ahora mismo se ha pasado, en nuestra civilización del concepto de Cultura al de culturas. Tú mismo lo has señalado en ese foro que ambos sabemos, como hasta hace poco (y yo crecí aún en ese ambiente) una persona culta se definía comparando sus conocimientos con un Canon que se suponía mínimo para todos, mientras que ahora es imposible que una persona culta llegue a conocer los diferentes canones, ni siquiera que pueda apreciarlos o gozarlos todos, simplemente porque muchos pueden son contradictorios, entre sí y con el carácter de la persona.

Dicho así puede sonar a otra cosa, como al lamento por una época pasada, pero a mi me parece emnriquecedor, extremadamente enriquecedor. Decía Toynbee (un historiador que me influyó mucho aunque esté ya mu pasado y ciertas conclusiones suyas sean, ejem, algo peregrinas) que la historia universal que se ensañaba en Europa era un poco como un mapamundi que sólo contuviese el mediterráno y Europa... completamente injusto con el resto de la humanidad. La superación de ese provincianismo cultural me parecé una de las grandes proezas de la civilización occidental, y algo que está en peligro ahora mismo.

Vamos que precisamente es la variedad de gustos y de visiones lo que enriquece, pues te hace descubrir cosas nuevas, mientras que el estar dando vueltas a lo mismo, o a ti mismo, te empobrece... aunque creo que no te descubra nada nuevo.

Pero me pierdo. Me hablas de blogs sin objetivos fijos y de perder el tiempo por no hacer este blog más conocido.

Sobre lo de buscar una identidad blogera. Si fuera un artista, que no lo soy, creo que mi estilo sería no tener estilo, vamos que me gustaría picar en multitud de por así decirlo, propuestas y jugar a imitarlas. No todas claro, pues muchas me resultarían muy lejanas a mi carácter y no me sentiría a gusto

(Y fíjate otra cosa, he dicho jugar, porque siempre me ha gustado esa vertiente de voy a ver que sale. o que pasaría con, el disfraz,el mimetismo, la imitación, el enigma, la confusión, lo cual explica parte de mis aficiones y expresiones)

Pero vamos que si me dijera, voy a hacer un blog de cine, me sentiría encorsetado y no podría seguir. Sin contar con que muchas de mis aficiones no quedan reflejadas aquí, como puede ser la arqueología... quizás es que tiendo a resonar con más cosas de las que puedo manejar (seguramente te llevarías una sorpresa si me conocieras... o no)

Y lo de leer, evidentemente todo el mundo desea que lo lean y claramente cualquier blog, incluso éste traiciona ese deseo. El estilo claramente es distinto del de un diario (he escrito intermitentemente alguno y la distancia es abismal) y por supuesto los contenidos que se reflejan son también muy distintos, sólo por un detalle, que al hablar a otra persona tiendes a buscar como convencerles, mientras que cuando escribes para ti esa tensión desaparece.

Sobre sí debería hacerme más publicidad, tienes toda la razón, no puedo negarlo, pero ahí entraríamos en temas claramente de carácter, o mejor dicho, es curioso comprobar como ciertas tendencias (el aislamiento) que uno tiene en la vida real, se reflejan también en estos mundos virtuales.

(y no sé porque me he puesto a pensar en Emily Dickinson, en lo distinto que son sus poemas a su cartas, puesto que mientras unos son dulces y calmos, los otros son agresivos y sin compromisos, de una persona que no cede en nada)

Pero vamos, que me siento muy orgulloso de que me lea.