domingo, 11 de febrero de 2007
Let me sink into your love
...y así ocurre, que a medida que uno envejece, y poco a poco se va tornando en un monstruo repulsivo, tanto física como mentalmente, comienza a sentir un extraño deseo por que alguien se ocupe de uno, le tome entre sus brazos, le acaricie suavemente y le permita quedarse dormido en su regazo...
...y por supuesto, esto tan simple, que a cualquier niño le sería regalado al instante, sin que tuviera siquiera que pedirlo, nunca le será concedido a un anciano. Peor aún, ni siquiera se tolerará que deje traslucir ese deseo y la amarga melancolía que le acompaña....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario