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jueves, 31 de enero de 2019
miércoles, 30 de enero de 2019
Historia(s) de España (II)
...Baste decir que Hispania se encontraba entre los lugares en los que Melania tenía grandes propiedades agrícolas...
... Ésta (Hispania), por ejemplo, figura como hemos dicho entre las regiones en las que Melania tenía grandes propiedades...
...Los testimonios antiguos nos informan sobre elementos de la nobleza hispánica que contaban con grandes propiedades agrícolas, entre otros, la familia de Teodosio, Flavio Salustio, Lectorio, Salustio Aventino, Teresia - esposa de Paulino de Burdeos que tenía posesiones en Hispania -, Melania, Helpidius, Marcelo, Eufrasio Perpétuo y Pompeyo Lucino, los hermanos Didimo, Veriniano, Lagodio y Teodosio.
Historia de España de Tuñón de Lara, volumen II. Romanismo y Germanismo. El despertar de los pueblos hispánicos. Juan José Sayas Abengoechea. Luis A. García Moreno.
... Ésta (Hispania), por ejemplo, figura como hemos dicho entre las regiones en las que Melania tenía grandes propiedades...
...Los testimonios antiguos nos informan sobre elementos de la nobleza hispánica que contaban con grandes propiedades agrícolas, entre otros, la familia de Teodosio, Flavio Salustio, Lectorio, Salustio Aventino, Teresia - esposa de Paulino de Burdeos que tenía posesiones en Hispania -, Melania, Helpidius, Marcelo, Eufrasio Perpétuo y Pompeyo Lucino, los hermanos Didimo, Veriniano, Lagodio y Teodosio.
Historia de España de Tuñón de Lara, volumen II. Romanismo y Germanismo. El despertar de los pueblos hispánicos. Juan José Sayas Abengoechea. Luis A. García Moreno.
En la entrada anterior, les había ya indicado mi decepción con la Historia de España de Tuñón de Lara, al menos en sus primeros volúmenes. Es una pena, puesto que esa obra fue la primera, apenas caído el franquismo, en intentar trazar una historia de España libre de la exaltación nacional y religiosa del régimen anterior. Aquélla en la que historia de nuestra nación se explicaba en términos de la ideología de los vencedores de la guerra civil, empeñados en mostrar que los españoles habían sido españoles desde tiempos de Altamira, además de presentir el cristianismo antes de que éste les hubiera sido predicado. Distorsiones interesadas que ahora vuelven con fuerza, si es que alguna vez se habían marchado.
Pero vayamos con el libro. El principal problema que tengo con este volumen es como se ha distribuido su contenido. Abarca unos 700 años de historia, del año 300 al 1000, lo que viene a corresponder con lo que ahora se conoce como Antigüedad Tardía, esa lenta transición del Imperio Romano a los reínos germanos sucesores que concluye hacia el año 600, seguida por la Alta Edad Media propiamente dicha, es decir, la constitución del poder carolingio en la Europa Occidental, su disolución en los futuros reinos feudales yl os últimos coletazos de las invasiones bárbaras, vikingos y húngaros principalmente. Pues bien, de un total de 500 páginas, 200 se dedican en exclusiva al siglo IV, mientras que de las restantes, otras 200 se centran en las invasiones germanas y el reino visigótico. Apenas 100 se destinan a los tres siglos, del 700 al 1000, en que se produce el nacimiento y desarrollo de los reinos cristianos del norte de la península, tras la invasión árabe.
domingo, 27 de enero de 2019
Los muchos caminos
Sirtaki sur la bande d'arrêt d'urgence from Camera-etc on Vimeo.
Como ya les había anunciado, aunque haya terminado la revisión de la lista de Beltesassar, no voy a dejar de escribir sobre animación. Las pasiones es lo que tienen, que sólo el odio puede curarte de ellos. De hecho, en las últimas entradas de la lista, llegué a tomarle cierta tirria, puesto que el tiempo que le dedicaba me quitaba la posibilidad de escribir de animación y anime. Varias series importantes, otras tantas películas, y muchas recopilaciones de cortos de animación se quedaron sin comentario alguno, olvidos que espero ir subsanando en las siguientes semanas.
Una de las últimas compilaciones que he visto es una monográfica de Les Films du Paradoxe, dedicada al estudio belga Camera-Etc. Lo primero que me sorprendió es la variedad de formas y destinos de los cortos de este estudio, que van desde el video musical al film experimental destinado en exclusiva a los festivales. Esto me hacía pensar en un estudio relativamente nuevo, libre de los lastres del pasado, y por tanto orientado a explorar las nuevas vías y posibilidades de este nuestro nuevo mundo audiovisual. Sin embargo, en cuanto he escarbado un poco, he descubierto que se fundó ya hace bastante tiempo, en 1979, mucho antes de que se produjeran las revoluciones que han modificado de forma irreversible el mundo del cine y la animación. Entre ellas, y primera, la digital .
sábado, 26 de enero de 2019
Historia(s) de España (I):
Aparte de las defensas y de las viviendas, sólo se conoce un tipo de monumento que debe suponerse con destinación religiosa o funeraria. El prototipo fue hallado en la citanía de Briteiros en 1930, y fue rápidamente famoso porque, entre otras cosas, permitió aclarar el destino de la llamada Piedra Formosa, sobre el que se habían hecho diversas hipótesis. El monumento consiste en tres cámaras rectangulares rematadas por otra de planta de herradura. La primera, llamada atrio, tiene acceso por una escalera lateral y comunica con la segunda cámara, en cuyo fondo, a modo de puerta para comunicar con la galería siguiente, se halló una gran losa con la parte superior en triángulo (para sostener una cubierta a doble vertiente) decorada con relieves geométricos, comparable, tanto por su forma como por su decoración, con la Pedra Formosa. Dicha galería cubierta accede al fondo del monumento, constituido por la citada cámara, de planta ultracircular o de herradura, cubierta por falsa bóveda.
La citada Pedra Formoso muestra que en la citania de Briteiros existió por lo menos otro monumento de tipo similar, pero existen paralelos - más o menos exactos en los detalles, pero idénticos en cuanto a la disposición general - en otros poblados del área castreña: Pendia, Coanha, Santa Maria das aguas Santas - en este caso convertida en cripta de un templo cristiano.
Historia de España de Tuñón de Lara. Tomo 1, Introducción, Primeras Culturas e Hispania Romana. Manuel Tuñón de Lara, Miquel Taradell, Julio Mangas
Hace ya tiempo, me embarqué en la lectura en paralelo de dos historias de España multivolumen: la dirigida por el hispanista inglés John Lynch, de la década de 1990, enfrentada a la dirigida por los historiadores españoles Fontana y Villares, en la primera década de este siglo. Ninguna llegaba a ser una obra del todo redonda, puesto que el interés de cada tomo dependía mucho de la capacidad de su autor. Los había incluso que quedaro desfasados al poco, como el tomo de la Fontana/Villares dedicado a la evolución económica de España en el siglo XX, culpable de un triunfalismo que la Gran Recesión pronto demostró huero.
Estos han sidos los intentos más recientes por escribir una historia completa de España que no fuera un mero resumen esquemático, pero debido a mi edad recuerdo haber conocido y consultado dos anteriores. Uno fue la historia dirigida por Menéndez Pidal, sin acabar a su muerte, y a la que la pierde su inmensa magnitud y el largo periodo temporal de su composición. Hay tomos enteros que no tienen otro valor que el de reflejar el estado del conocimiento en el momento de su redacción, tanto por los avances posteriores de la investigación como por el hecho de haber sido escritos bajo el franquismo, régimen para el que la historia debía ser una justificación épica de su existencia. Precisamente, para ofrecer una visión de la historia limpia de manipulaciones nacionalistas, fascistas y nacionalcatolicas, en 1980 se empezó se comenzó a publicar otra Historia de España, la de Tuñón de Lara, quien pretendía recuperar la tradición científica de la república, quebrada por la guerra civil y la dictadura
Les confieso que tenía ganas de volver a leer esa Historia de España de Tuñón de Lara, así que me he ido haciendo con todos los tomos. Sin embargo, les debo decir que me ha desilusionado bastante y además, eso es lo peor, por las mismas razones que lo provocaron en los años ochenta, cuando leí algunos de esos tomos gracias a la biblioteca de mi colegio y a la de la oficina de mi padre. Lo que no quita que haya otros tomos, como el dedicado a la España Musulmana o a la América Hispana que sean excepcionales. Aun así, la tónica es de mediocridad.
Pero vayamos por partes. Empecemos por el primer tomo.
viernes, 25 de enero de 2019
martes, 22 de enero de 2019
Intentando darle un sentido
La represión, la ausencia de cauces de representación popular y de libertades causaron la aparición y desarrollo de una oposición radical al sistema zarista dispuesta a derribarlo. Esta oposición estaba compuesta fundamentalmente por intelectuales, las elites educadas, lo que en Rusia se llamó Inteligentsia, estudiantes, escritores, profesionales liberales y una especie de subcultura al margen de la Rusia oficial, que intentaba explotar cualquier muestra de descontento popular para llegar al poder. Fueron ellos quienes establecieron una tradición de ideas, propaganda y agitación revolucionarias, antes de que, con el cambio de siglo, todo eso se plasmara en la creación de diferentes partidos socialistas que dominaron después el escenario político en 1917.
Esa profunda grieta entre una sociedad en cambio y la autocracia, comenzada ya algunas décadas antes, con manifestaciones violentas desde arriba y desde abajo, generó un enorme potencial para el desarrollo del conflicto. La quiebra del sistema zarista no llegó, sin embargo, por la subversión, sino por un acontecimiento externo: la rivalidad imperial que Rusia mantenía con Alemania y Austria-Hungría.
¿Hubiera podido evitar Rusia la revolución, de no haberse producido la Primera Guerra Mundial? Es una cuestión imposibles de responder. Lo que sabemos es que la guerra actuó de catalizadora, empeoró las cosas y añadió problemas insalvables.
Julián Casanova, La venganza de los siervos, Rusia 1917
Hace dos años, en ocasión del centenario de la Revolución Rusa, se publicaron multitud de libros sobre ese acontecimiento. En el mercado hispanoparlante, se recibió con especiales elogios el libro que cito arriba. Lo escribió Julián Casanova, afamado historiador cuya especialidad es el periodo de la Segunda República, la Guerra Civil y el Franquismo. Con esas credenciales, pueden imaginarse que esperaba su lectura con expectación, así que en cuanto se publicó una edición en tapa blanda, me hice con ella de inmediato. Sin embargo, me he llevado una decepción. Mayor de la que debiera, dada la calidad de libro, pero decepción, al fin y al cabo.
El principal problema es la intencionalidad declarada del libro. Casanova no pretende realizar un análisis personal de la Revolución, sino ofrecer una síntesis, orientada al público español, de lo publicado en otras lenguas sobre ese acontecimiento. Un resumen que, además, es demasiado apretado, apenas 175 páginas, de las cuales las 25 finales son una repetición de las ideas apuntadas anteriormente. Mi mala impresión viene, precisamente, de esa sección de conclusiones, puesto que en vez de aportar ideas nuevas, es un mero copiar y pegar de otras secciones del libro, como si el autor no supiera hacer otra cosa que resumir. En esta ocasión, su propia obra.
El principal problema es la intencionalidad declarada del libro. Casanova no pretende realizar un análisis personal de la Revolución, sino ofrecer una síntesis, orientada al público español, de lo publicado en otras lenguas sobre ese acontecimiento. Un resumen que, además, es demasiado apretado, apenas 175 páginas, de las cuales las 25 finales son una repetición de las ideas apuntadas anteriormente. Mi mala impresión viene, precisamente, de esa sección de conclusiones, puesto que en vez de aportar ideas nuevas, es un mero copiar y pegar de otras secciones del libro, como si el autor no supiera hacer otra cosa que resumir. En esta ocasión, su propia obra.
domingo, 20 de enero de 2019
sábado, 19 de enero de 2019
domingo, 13 de enero de 2019
viernes, 11 de enero de 2019
martes, 8 de enero de 2019
Al borde del apocalipsis (y V)
El programa (de rescate de los bancos americanos) escandalizó a muchos por el descaro con que se ayudaba a las empresas. Un grupo de más de doscientos economistas universitarios criticaron que se diese ese subsidio a los inversores a costa de los contribuyentes y Stiglitz lo calificó como «el gran atraco norteamericano» producto «del soborno y la corrupción«. Bernanke lo defiende como necesario para evitar el desplome; pero no deja de reconocer que algunos directivos de Wall Street debieron ir a la cárcel, «porque todo lo que falló o que era ilegal lo había hecho un individuo, no una entidad abstracta».
No se debe olvidar, por otra parte, que los mismos políticos que aprobaron el rescate de los bancos se negaron a votar un plan para extender los beneficios del subsidio de paro a ochocientos mil norteamericanos sin trabajo. Era un hecho que reflejaba la gran diferencia entre esta sociedad insolidaria y la Norteamérica del New Deal, donde Roosevelt se había preocupado más por las víctimas de la Gran Depresión que por los bancos.
La posibilidad de una reforma que regulase los mercados financieros hubo de desestimarse ante la feroz resistencia de los grandes bancos. Los directivos interrogados por la Financial Crisis Inquiry Commission sostenían que la crisis había sido un acontecimiento imprevisible, como un huracán o un terremoto, y que no tenía sentido pretender evitarlo con regulaciones. Deseaban seguir como hasta entonces y, para conseguirlo, invertían grandes sumas para influir en los políticos y en la opinión pública.
Josep Fontana, El siglo de la Revolución.
En entradas anteriores, ya les había señalado los principales defectos de una obra esencial, para entender la guerra fría, como es Por el el bien del imperio, del Josep Fontana. De forma muy breve, el posicionamiento ideológico de este historiador, próximo al comunismo, le llevaba a disculpar de manera sistemática las acciones del antiguo bloque del este. Para él, el auténtico cáncer del mundo moderno son los EE.UU, en lo que tiene gran parte de razón, pero en cuya denuncia cometía graves errores de óptica. En concreto, dejar de lado los desarrollos históricos donde la superpotencia no era causa y motor relevante. Por ejemplo, los cambios socioeconómicos que llevaron a la quiebra del imperio soviético o las múltiples vías, fuera del apoyo estadounidense a los Muyahaidines afganos, que han hecho del islamismo la ideología casi dominante en los países de religión islámica.
En el caso de El siglo de la Revolución, estas carencias se ven empeoradas. No porque Fontana cargue las tintas en la maldad de los EE.UU, que lo hace, sino por falta de espacio para analizar en profundidad los hechos narrados. En Por el bien del imperio, se destinaban unas mil páginas para narrar el periodo 1945-2011; en esta otra obra, en comparación, sólo se cuenta con seiscientas cincuenta, un tercio menos, para describir el periodo 1914-2018, un tercio más largo. Es inevitable, por tanto, que ciertos hechos que se narraban in extenso en la primera obra, ahora queden reducidos a un apretado resumen. La coherencia y la unidad de la obra se ven así dañados, mientras que la historia de ciertas regiones periféricas, como por desgracia sigue siéndo África, se tornan un galimatías inextricable.
lunes, 7 de enero de 2019
viernes, 4 de enero de 2019
jueves, 3 de enero de 2019
Al borde del apocalipsis (y IV)
«El año 1988 - escribe Chernyaev - reveló que las reformas del mercado que se habían iniciado eran inadecuadas (e imposibles en esencia en la URSS). Las innovaciones iniciadas por Gobachov y el abandono de la economía de planificación estatal empeoraron abruptamente la situación económica y, a la vez, el clima psicológico del país». En estas circunstancias «el pluralismo de la opinión» adoptado por la intellligentsia y por los miembros del aparato, les permitió aprovechar la insatisfacción general con la política del perstroika y con el liderazgo de Gorbachov, y transformar la crítica de la «deformación del socialismo» y de la «desviación de Lenin» en una «condena total del marxismo-leninismo como ideología y teoría, y en el rechazo en general de un régimen socialista«. No iban a encontrar resistencia alguna por arriba, ya que, como afirmaba Chernyaev a comienzos de 1990 «M.S. [Gorbachov] no cree en ninguna ideología»
Josep Fontana, Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945.
Sólo por su extensión y detalle, la historia de la Guerra Fría escrita por Josep Fontana es esencial a la hora de entender lo que supuso ese conflicto y sus múltiples ramificaciones. No obstante, como ya les comenté en una entrada anterior, no se halla exenta de defectos. El principal es que el posicionamiento político de este historiador, de claras simpatías comunistas, le lleva a exculpar, por sistema, las acciones realizadas por el bloque soviético, salvo, claro está, la paranoia asesina estalinista. Por ejemplo, a la hora de narrar el derrumbamiento de los sistemas comunistas en el este de Europa, insinúa que no fueron revoluciones populares, sino movimientos dirigidos desde arriba por las élites comunistas, que buscaban perpetuarse en el poder. Con éxito en muchos casos, como ocurrió, de forma paradójica, en la sangrienta rebelión que acabó con la dictadura de Ceaucescu en Rumanía.