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domingo, 3 de junio de 2018

La lista de Beltesassar (CCVII): Skhizein (2008) Jeremy Clapin






















Como todos los domingos, continúo con mi revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno de Skhizein (2008), dirigido por el animador francés Jeremy Clapon

En varias entradas recientes ya les había señalado el cambio cualitativo que sufre la 3D en la segunda mitad de la década pasada. En esa época, esta nueva técnica alcanza al fin su madurez, de manera que los cortos dejan de ser meras demos de los avances tecnológicos, para centrarse, al fin, en la exploración de las posibilidades estéticas de la 3D. No es que no siga habiendo obras que se limiten a presumir de las virguerías que se pueden hacer con la cámara o que todo lo cifren en construir persecuciones complicadísimas y harto imposibles. Por desgracia, grandilocuentes y presuntuosos siempre los habrá. Lo que ocurre ahora, por fortuna, es que comienza a haber espacio para otros modos y talantes. En concreto, los introspectivos y meditativos. Los que hacen del silencio caja de resonancia que permita ser escuchados con claridad.

Skhizein es una de esas primeras obras que intenta apartarse de un uso mecánico y pedestre de la 3D. De doble manera, además. No sólo huye de las acrobacias circenses y de la huera pirotecnia, asentándose en un ritmo pausado que parece no conducir a parte alguna, sino que además utiliza las armas del símbolo, de la alegoría, para tratar temas serios, devastadores para quien los sufre. Porque esta historia de un hombre que es golpeado por un asteroide, del que no queda traza alguna, y que se obligado a vivir a 91 cm de sí mismo, es en realidad una metáfora del progresivo proceso de alienación la propia persona y del aislamiento social que supone una enfermedad mental.

Así, ésta se manifiesta de manera repentina, sin aviso previo, sin ser percibida por nadie, para cambiar de manera repentina la vida de la persona afectada. La ausencia de daños externos, que sólo son percibidos por el afectado, es la primera causa de rechazo por el resto de la sociedad, para la cual es incomprensible la dolencia de la que aquél dice estar aquejado. Incomprensión que es mutua, doblemente marginadora, puesto que el enfermo no llega a comprender como sus lesiones psíquicas, su invalidez espiritual, no son evidentes a los ojos de todos, cuando él ha tenido que reformar, reconstruir y apuntalar su vida entera para continuar viviendola, para asumir una frágil fachada de normalidad.

Intento que, además, se revela vano. Cualquier esfuerzo por recuperarse, por prevenirse será insuficiente, consumiendo un tiempo del que ya no dispone. Las protecciones y parapetos que construya serán además de una fragilidad tal, que el más leve soplo de viento dará con ellos en tierra, como conviene a un castillo de naipes. Y de nada servirá tampoco reconstruirlos y renovarlos, mantenerlos bajo continua vigilancia, levantar diques, realizar obras de contención. El enemigo está dentro, royendo y royendo sin tregua. La enfermedad se agravará, más tarde o más temprano. De nuevo, de repente y sin avido. Aumentando la soledad y el aislamiento, la incomprensión y el ostracismo. 

Hasta que el enfermo deje de luchar y  prefiera, antes que ese combate sin victoria posible, hundirse para siempre en la obscuridad. Donde al menos deje de ver, de soñar, de sentirse.

No les entretengo más. Como siempre. les dejo aquí el corto. Obra muy notable. Por lo que trata y por la manera en la que la 3D ha sido utilizada para ilustrarlo. Sin pirotecnias, alardes o baladronadas.
Skhizein (Sub Español) from VicManiaco on Vimeo.

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