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domingo, 4 de marzo de 2018

La lista de Beltesassar (CXCVI): Curriculum Vitae (1986) Pavel Koutski













































Como todos los domingos, continúo con mi revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno de Curriculum Vitae , corto dirigido en 2008 por el animador checo Pavel Koutski.

No les descubro nada con decirles que Checoslovaquia fue, durante el tiempo de la Guerra Fría, una de las grandes potencias de la animación. Tenemos, obviamente, las cumbres de Trnka, Zeman y Svankmajer. Éste, como último de los surrealistas, contra viento y marea; el primero, como creador de una nueva forma de concebir la animación fotograma a fotograma, o stop motion; Zeman, como figura híbrida, habitando un mundo propio entre la imagen real y la animada . No fueron excepciones aisladas o sin continuidad. A su alrededor se constituyó una auténtica pléyade de creadores de primera categoria, como Pojar, Barta, la Pavlatova y tantos y tantos otros... como demuestra el corto de  Koutski que hoy nos ocupa.

Característico de todos ellos, sin excepción, es que no existe material ni forma que se considere menor, sino que todas son válidas y aprovechables. Tampoco hay una búsqueda de una supuesta perfección ideal, como sería el caso de la Disney clásica o de la 3D actual. La substituye una constante investigación estética, eso sí, cuyo objetivo es la consecución de nuevas formas de expresión. Contar lo mismo, pero haciéndolo de manera más "eficiente", se podría decir, recurriendo a la alusión, la metáfora y el simbolismo, construidas sólo con la imagen, sin el recurso a la palabra. Sin tener miedo, por tanto, a la metamorfosis de la imagen, ni a la yuxtaposición de contrarios e imposibles visibles.

En ese sentido, Curriculum Vitae, es un ejemplo idóneo.  Su anécdota narrativa se reduce a mostrar como nuestro yo presente, lo que sabemos y lo que querríamos hacer, es producto de una acumulación confusa y caótica de conocimientos. Aprendidos en diferentes épocas de nuestra vida, casi olvidados en la siguiente, amalgamados de cualquier manera en una tercera. Desarreglo y jungla, pero al mismo tiempo orden y racionalidad, que resulta casi imposible de resumir en pocas palabras. Mucho menos en una lista de títulos y diplomas, tal y como nos exigen en cualquier entrevista de trabajo.

Desconexión, discordancia, entre el ser privado y su imagén pública que se deben a una razón muy simple: la ausencia, en esos resúmenes oficiales, de nuestro apego sentimental por esos conocimientos, tan áridos e impersonales de ordinario. Esto es precisamente lo que Koutski quiere reflejar, hacer visible. El como ocurre que todo lo que hemos aprendido es reinterpretado a nuestro gusto, según nuestras preferencias. Despojado, con puntual recurrencia, de su significado original; revestido, con la misma puntualidad mecánica, de lo que fuimos y sentimos en ese momento. Laberinto y revoltijo, semejante a gruesas capas sedimentarias, del que emergen, aquí allá, algunas sentencias, algunas imágenes. 

En donde, justo al lado de las vías más transitadas por nuestros pensamientos, de los cañones excavados por nuestras ocupaciones, persisten vastas regiones sin cartografíar, agrestes y selváticas, pero de igual importancia, si no más, que las urbanizadas y domesticadas.

No les entretengo más, como siempre les dejo aquí el corto. Obra notable de una escuela animación esencial en la historia de esta forma. Y que lo siga siendo por muchos años.


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