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domingo, 3 de abril de 2016

La lista de Beltesassar (CXXVII): Reci, Reci, Reci (1991) Mijaela Paulatova


















Como todos los domingos, continúo mi con revisión de la lista de cortos animados realizada por el misterioso profesor Beltesassar. Esta vez ha llegado el turno de Reci, Reci, Reci (Palabras, Palabras, Palabras),  corto realizado en 1991 por la animadora checa Mijaela Paulatova.

De esta animadora ya habíamos hablado en mis comentarios a la lista de 100 mejores cortos animados recopilada por el festival de Annecy. En esa ocasión se trataba de Repete, corto que observaba con ironía cáustica el mundo de las relaciones amorosas, concebidas como absurdo repetitivo que tanto nos llevaba a la muerte irremediable como nos era indispensable para seguir viviendo. Reci, Reci, Reci anticipaba ya la línea de Repete, centrándose en los muchos medios en que nos comunicamos - o fracasamos al hacerlo -, aunque la ironía aquí sea mucho más amable que el la obra posterior.

Esta menor mordiente no quiere decir que el corto sea peor o más complaciente. Paulatova elije, como en Repete, un grafismo abocetado, incluso feísta, en el que los personajes quedan representados por unos cuantos garabatos. Una simplicidad que no es simpleza, porque con ella se consigue un efecto caricaturesco que individualiza a los personajes y deja a la vista sus rasgos esenciales, generalmente cómicos ya desde un principio o que devienen así, inexorablemente, al avanzar el corto. Esta tosquedad se ve compensada, como digo, por la expresividad de los personajes, imposible de igualar con un trazo más realista, pero asímismo por la negativa de Paulatova a dejarnos escuchar las conversaciones concretas de los personajes. Esta decisión puede parecer extraña en un corto que se llama, precisamente, Palabras, y que intenta ilustrar los muchos modos en los que no podemos comunicarlo, pero consigue así que estas situaciones particulares se universalicen, convirtiéndose en modelos de relaciones y personas que vemos todos los días.

Además, y esto es lo importante, esta renuncia al sonido inteligible obliga a que Paulotova muestre estas conversaciones de forma visual, creando símbolos gráficos de las palabras, intenciones y consecuencias de las conversaciones trabadas entre sus personajes. Así, la incomunicación asentada e inamovible entre un matrimonio ya longevo, se muestra como un caudal de agua proveniente de la mujer que cruza sin ninguna consecuencia la cabeza de su marido, como puede verse en las capturas que abren esta entrada. Otro ejemplo son las conversaciones entre dos enamorados, ilustradas sucesivamente por las fichas de un juego de dominó cuya secuencia va siendo construida entre ambos o por las piezas de un rompecabezas que van engarzándose las unas en las otras, hasta que ocurre la catástrofe.

Incomunicación, falsedad, cotilleo, maledicencia, malentendidos, soberbia, desprecio e indiferencia. Amor y lujuria, toda la amplia gama de los sentimientos humanos y de las palabras, mentirosas y manipuladoras, que utilizamos para convencer a los demás y conseguir que se plieguen a nuestros propósitos, son ilustradas de forma ejemplar por Paulatova. Una proeza estética que no estriba únicamente en su carácter de catálogo, sino en su ilustración visual precisa, además de ese difícil equilibrio que mantiene su constatación irónica al borde de un sarcasmo que ya sería sangrante.

No les entretengo más. Como siempre, les dejo aquí el corto, obra mayor de una autora mayor. Con eso basta.



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