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domingo, 12 de junio de 2011

100 AS (LVIII): Jumping (1984) Tezuka Osamu





















En mi revisión semanal de la lista de mejores cortos animados recopilada por el festival de Annecy, le ha llegado el turno a Jumping! realizado en 1986 por Tezuka Osamu, el famoso mangaka, con animación de Kobayashi Junji.

Para entender lo que significa este corto hay que fijarse primero en la técnica con que está hecho, una exigencia metodológica que debería ser familiar para los seguidores de este blog. En sí. la técnica de los dibujos animados no es más que superponer personajes en dos dimensiones sobre un fondo en dos dimensiones, para desplazarlos sobre él. De esa manera, se ahorran tiempo y esfuerzo, pero a cambio, la animación corre el peligro de reducirse a personajes que entran por un lado del cuadro y salen por el otro, manteniéndose siempre a la misma distancia del espectador. En animaciones baratas, como la mayoría de las que produjeron Hanna-Barbera durante tres décadas, no se hace ningún efecto para combatir es planaridad, de manera que los personajes caminan deslizándose, sin que se aprecie el esfuerzo que eso supone, y el fondo es una tira continua repetida en un ciclo sin fin.

Otras tradiciones, como el anime, con el mismo problema económico, han intentado romper esas restricciones, insertando a su personajes en ambientes con efectos de perspectiva,  situándoles a diferentes distancias, y copiando los encuadres y movimientos de cámara del cine de personajes reales, de manera que aunque el movimiento sea mínimo, estos personajes inventados parecen habitar en el mundo real, en lugares que podrían ser recorridos y explorados por nosotros mismos.

No obstante, ciertos tipos de movimientos de cámara, como el travelling que son muy difíciles de realizar en animación ya que requieren que el fondo también se mueva, en el sentido de aproximarse o alejarse de la cámara, y por tanto suponen que esté deba ser también animado, teniendo que dibujarlo por entero en cada plano. Como pueden pensar esto sólo está al alcance de los grandes maestros, al menos antes de la llegada del ordenador, ya que si difícil es reproducir convincentemente el movimiento de un sólo personaje, hacerlo de todo un decorado, con el nivel detalle que se espera de un fondo y sin cometer errores es una tarea que puede producir crisis mentales en los trabajadores más minuciosos.

Esta dificultad, una de las mayores que puede afrontar un animador, provoca que siempre que se ve un fondo animado, esa producción suba bastantes enteros en la apreciación de los aficionados. No otro es el caso del corto de Tezuka que estoy comentando, ya que se trata de un auténtico tour-de-force animado, en el que el tema es precisamente la animación del fondo, o mejor explicado, un corto en el que no se ve nunca al protagonista, cuya identidad y naturaleza permanecen siempre en el misterio, sino que lo que vemos es precisamente lo que ve ese personaje, es decir, el mundo animado.

Un tour-de-force que no se restringe a ese reto ya de por sí fuera del alcance de la mayoría, sino que se atreve a rizar el rizo de la dificultad, puesto que los movimientos de este personaje no son normales, sino que consisten en una serie de saltos de altura y velocidad creyente que le llevan a escenarios cada vez más diferentes y dispares, en una progresión imparable, pero que se las arregla para guardar cierta lógica interna.

Como digo un auténtico ejercicio de estilo, en el que las posibilidades de la animación, antes de la introducción de los ordenadores se llevan a sus últimas posibilidades técnicas. Un experimento formal de altísima calidad, es cierto, pero que en ningún momento se hace aburrido o incompresible, en parte por el perfecto dominio del ritmo por parte de Tezuka y Kobayashi, parte de esa progresión lógica e imparable a la que hacía referencia, pero sobre todo debido al sentido del humor del mangaka, capaz de introducir toda clase de chistes y gags que se insertan con naturalidad en la leve trama.

Y como siempre les dejo aquí el corto. Observenlo con gran atención, ya que Tezuka introduce gags que apenan duran un par de fotogramas, pero sobre todo disfrútenlo.


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