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domingo, 29 de mayo de 2011

100 AS (XLVIb); Humorous Phases of Funny Faces (1906) J, Stuart Blackton

















Dado que el corto de la semana  pasada era imposible de encontrar, la recopilación que corre por la internet de los cortos que figuran en la lista de mejores cortos animados realizada por el festival de Annecy, incluye uno de esos cortos que yo llamo de la lista B. Por ello, esta semana le ha tocado el turno a Humorous Phases of Funny Faces, realizado en 1902 por John Stuart Blackton para la compañia de Edison.

Normalmente, se suele datar el comienzo de la animación con el corto Phantasmagorie (1908) de Emile Cohl, pero como suele ocurrir con los inicios de las creaciones humanas, la afirmación anterior es cuanto menos una imprecisión. Por poner un ejemplo cercano. De siempre, se ha dicho que los inventores del cine fueron los hermanos Lumière en 1895, un dogma de fe sobre el que se han llegado incluso a construir teorías sobre las esencias del cine. Sin embargo, en cuanto se rasca un poco se descubre que Edison estaba realizando películas en esos mismos años, aunque bien es cierto que su método de exhibición no es el que luego se hizo general, es decir la pantalla, y cuando se rasca un poco más se descubre una larga serie de precursores y pioneros que en el periodo 1880-1900 pusieron los fundamentos de la cinematografía... y de los que nadie se acuerda a la hora de teorizar.

Lo mismo ocurre con la animación. En la década de 1900 se hicieron numerosos intentos por animar los dibujos, hasta que Cohl le dio el empujón definitivo y de la semilla plantada, brotara el frondoso árbol de las técnicas animadas, múltiples, variadas e incluso contradictorias, Uno de estos primeros intentos, y con casi los mismos méritos para ser considerado el primer corto animado es Humorous Phases of Funny Faces, en el cual, a pesar de lo primitivo y costoso de su técnica, el dibujo con tiza que hay que rehacer a cada fotograma, aparecen muchas de las constantes que se repetirán, una y otra vez, a lo largo de la historia de la animación.

La primera y más clara, coincide con un rasgo fundamental que a la mayoría de los admiradores de la animación le ha hecho enamorarse de esa forma (y a unos pocos dedicarse a ella profesionalmente), al menos hasta la ascensión imparable de la 3D. Se trata simplemente de lo mucho que la animación tiene en común con un acto mágico, mediante el cual lo inanimado cobra vida ante nuestros ojos. Un fundamento estético que inmediatamente obliga a otros dos, estrechamente relacionados con él. El que lo animado, ya sea dibujo u objeto, tiene que ser radicalmente distinto de la realidad capturada, para permitir dar paso a que el espectador se maraville, y que por otra parte, la técnica con que se crea esa ilusión tiene que ser perfectamente visible para el espectador, o mejor dicho, que parte de la gracia de la animación es mostrar como se realiza, integrándo esto de forma natural en el propio corto, de manera que se haga visible la facilidad (aparente) con que el milagro se consigue.

Y estas tres constantes, acompañadas por un sentido del humor que huye de toda seriedad y campanudismo, son las que resurgen una y otra vez en la historia de la animación, al menos en la escuela occidental, y que ya están presentes en este corto fundacional, el cual les dejo aquí para que lo disfruten a gusto.



1906 - Humorous Phases of Funny Faces por popefucker

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