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domingo, 13 de junio de 2010

100 AS (XVIII): Tango (1980), Zbigniew Rybczynski
















En esta ocasión, dentro de la revisión de cortos animados de la lista de Annecy le ha tocado el turno a Tango de Zbigniew Rybczynski, un corto realizado en Polonia en 1980. Dentro de la geografía de la animación, que poco tiene que ver con la geografía cinematográfica, ese país del centro de Europa ocupa un lugar de honor. De allí, a finales de los 50 surgirían dos de las grandes figuras de esta forma, Jan Lenica y Valerian Borowczyk, que encabezarían toda una revolución artística, acabando con el estilo Disney que había dominado la animación desde finales de los 30, para añadir esta forma a los modos posibles y validos de la vanguardia artística.

La influencia de ambos creadores fue inmensa, casi podría decirse que festivales como el de Annecy directamente no existirían, ya que su programa consiste prácticamente en cortos experimentales, creando en la animación la misma dicotomía que se da ahora en todas las artes, entre productos destinados al consumo mayoritario y productos destinados a las elites cuya educación y cultura les permite entenderlas y apreciarlas (y resulta curioso que ahora, cuanto más proclamamos que esa diferencia ha desaparecido, más cierta se haga cada año).

En este nuevo camino, los países del antiguo bloque soviético destacaron con diferencia, en una más que curiosa paradoja histórica, según la cual unos regímenes totalitarios, preocupados por controlar lo que pensaba y dejaba pensar la población, permitieron y subvencionaron unos trabajo de significado eminentemente ambiguo, crípticos y herméticos, que aparentemente no servían a ningún propósito excepto el de de la experimentación artística. Una paradoja que se hace aún más profunda si tenemos en cuenta que tras la caída del muro, la nueva libertad recobrada, de la que tanto presumen los creyentes en el dios-mercado, no llevó a nuevas cotas artísticas, sino a la decadencia de esos centros y la dispersión de sus artistas, imposibilitados en muchas ocasiones de continuar su trabajo y, por tanto, en cierta manera, tan represaliados por el nuevo sistema como lo fueran por el antiguo.

Volviendo al corto Tango, nuestra entrada de hoy. Hay que señalar que se trata de un auténtico tour de force, al combinar en una sola escena los movimientos de 36 personajes que se repiten en bucle. Unos movimientos que fueron rodados por separado y que luego fueron superpuestos con ayuda de una copiadora óptica, y que debieron ser planificados con absoluta precisión, para conseguir dar el efecto de que todos estaban allí moviéndose al mismo tiempo, sin chocar, ni estorbarse, los unos indiferentes a los otros, otros provocando la acción de los primeros.

Por supuesto, sí sólo fuera el reto técnico, este corto no tendría mayor interés. Lo importante es que el autor intenta reproducir, con imágenes, esa danza a la que alude el título, introduciendo primero uno de los personajes, luego otro y otro, haciendo que nos maravillemos de la precisión de los supuestos danzarines, hasta que el espectador acaba abrumado por la acumulación de personas y pierde completamente el hilo de lo que ocurre, sin darse cuenta de que el escenario se ha ido quedando vació y solitario.

Porque lo que estamos viendo no son escenas simultáneas, lo que estamos viendo son pequeñas capturas temporales, sucesos que ocurrieron en la misma habitación sin que los personajes supieran nunca lo que ocurrió a las personas que compartieron ese espacio, mostrando así lo pasajero de nuestra vida, la fragilidad de nuestra existencia, la indiferencia que nuestros actos suponen ante un (supuesto) espectador que fuera capaz presenciar todas nuestras acciones.

O dicho de otra manera. Recordad que llegará un día en que otras personas habitarán en vuestras casas, recorrerán vuestros lugares más queridos, se adueñarán de vuestros espacios privados... y no sabrán nada de vosotros, de vuestras alegrías y vuestras tristezas, de vuestros afanes y miserias, de lo que amasteis y lo que odiasteis, y no les interesará en lo más mínimo.




Y como siempre, les dejo con el corto para que lo disfruten

3 comentarios:

  1. Te felicito por tu selección de cortos; éste en concreto me parece soberbio. Saludos!

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  2. Bueno, la selección no es mía, es la lista recopilada para el festival de Annecy del 2006, lo único que estoy intentando hacer es revisarlos todos...

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  3. Anónimo7:11 p. m.

    Hay una clara influencia de este gran artista en Michel Gondry. Saludos!

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