- Cuando hace (casi) 20 años que se terminó la universidad, las semanas de curso con cinco horas seguidas de clase son agotadoras... tanto que es imposible escribir por mucho que uno lo desee, especialmente si después hay que continuar trabajando.
- Las cosas se terminan, mejor dicho, últimamente no hago otra cosa que poner fines, y aunque uno acabe en el punto de partida, es decir, sin perder ni ganar nada, el hecho es que no hay manera de recobrar el tiempo perdido ni de borrar los recuerdos.... ni por supuesto de volver a caminar los viejos senderos familiares, que de repente se tornan cerrados e inaccesibles.
- Las noches de insomnio son especialmente destructivas, especialmente cuando empieza a uno a encadenarlas, hasta asemejarse a un espectro, o las sufre en alterna, de forma que un día lo gasta en recuperarse del anterior.
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martes, 18 de noviembre de 2008
Stand by
Por si alguien se estaba preguntando por mi falta de actualizaciones...
Completamente de acuerdo con las noches de insomnio y las alternadas. Habrá que coger el taxi. En esta ciudad hay demasiados políticos, especialmente de derechas y de izquierdas.
ResponderEliminarPermanecemos a la espera.
Tomás
almenos se te vuelve a ver por cinexilio... jo, ahora que ya no participaba (casi)...
ResponderEliminarLo del insomnio prueba:
- No estar delante de una pantalla (pc, tv,...) los 30 minutos antes de acostarte.
- No pensar en nada. Si cualquier problema se plantea en tu cerebro, contestate "quiero dormir, vete al cuerno, mañana me lo cuentas"
- No haber comido los 60 minutos anteriores.
- Dejar al 100% el cafe hasta que vengan tiempos mejores
- Irte a dormir a la misma hora, con o sin sueño
Obviamente cuando todo se resuelva puedes volver a cualquier habito anterior.
Sufri un desesperanzador insominio durante dos largos años y estas cosillas me ayudaron mucho.
Pues tu lista coincide con la mía, la que elaboré con mis insomnios brutales de hace cinco años....
ResponderEliminarsólo te falta añadir las cosas que no hay que hacer cuando te despiertas a mitad de la noche, que vienen a ser más o menos las mismas...
El ordenador y la televisión no relajan... curiosamente los libros sí, quizás porque puedes realizar esa actividad desde la cama (aunque ahora con tanta gadgeteria seguro que también)